MÁS GASTOS PARA LOS COMPRADORES
El uso y adquisición de un coche nuevo está gravado con numerosos impuestos, una mala noticia para los compradores que han visto, además, como la llegada de 2022 aumentaba sus gastos
La llegada de un nuevo año suele traer consigo la llegada también de numerosas novedades en diferentes apartados de nuestro día a día rutinario. La adquisición de un coche nuevo sigue siendo, eso sí, una de las inversiones económicas más fuertes e importantes para la inmensa mayoría de personas, que estudian de manera más que detallada la operación para llevarse, evidentemente, los menores sustos posibles.
Y es que aunque consigamos un buen precio a la hora de comprar nuestro coche nuevo, la realidad es que el gasto económico no se para aquí ya que al precio de los coches nuevos hay que sumar todo tipo de impuestos (impuesto sobre el valor añadido IVA o impuesto de matriculación) así como otros gastos adicionales derivados de la posesión y uso del vehículo. Hablamos, por ejemplo, de la contratación de la póliza de seguros obligatoria.
Es precisamente del impuesto de matriculación sobre lo que estamos hablando, un impuesto que, desgraciadamente, ha vuelto a "engordar" un año más con la llegada de 2022, haciendo que la mayoría de vehículos nuevos a la venta en nuestro país sean, en la práctica, más caros. ¿Por qué? ¿Cómo funciona este impuesto para que suponga un incremento en el precio final de nuestros coches nuevos?
¿Cómo funciona el impuesto de matriculación?
En nuestro país, el impuesto de matriculación grava los vehículos nuevos dependiendo de las emisiones de CO2 que ha conseguido homologar. Esto significa que cuanto más emite un vehículo, más paga por conseguir una matrícula en nuestro territorio. En la actualidad existen 4 tramos impositivos para el impuesto de matriculación, de forma que los vehículos que emitan menos de 120 gr/km de CO2 están exentos de abonar dicha tasa:
¿Por qué es más caro el impuesto de matriculación en 2022?
Es la gran pregunta, con una respuesta clara: la Administración española ha comenzado, en 2022, a tomar como referencia el ciclo WLTP para las emisiones de los vehículos, un ciclo mucho más exigente y realista. Hasta la fecha, la Administración tomaba como referencia el ciclo NEDC o bien el ciclo WLTP con una moratoria del 20%, de manera que muchos vehículos conseguían "pasar el corte" de las emisiones en un tramo inferior al que realmente les correspondía.
Esto significa que con la llegada de 2022 y el fin de cualquier tipo de moratoria o prevenda, la inmensa mayoría de vehículos que se matriculan en nuestro país tendrán que, al menos, abonar un 4.75% de impuesto de matriculación. Esta nueva medida afecta especialmente a vehículos tipo SUV con motores de gasolina, los más propensos a homologar consumos y emisiones más altos. Por otro lado, los vehículos híbridos enchufables y aquellos con mecánica 100% eléctrica no tienen ningún inconveniente, ya que siguen homologando 0 gr/km en el caso de los eléctricos y cifras muy inferiores a los 120 gr/km en el caso de los PHEV.
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