NO TODOS SON IGUALES
Los vados siguen siendo, para muchos conductores, una fuente de conflictos. Y es que aunque no muchos conductores lo sepan, no todos los vados son iguales y, por tanto, existen incluso vados que permiten estacionar en ellos sin miedo a multas o a grúas...
El estacionamiento, especialmente en las grandes ciudades, se ha convertido en uno de los principales problemas para los conductores. Y es que aunque no lo parezca, nuestros vehículos se pasan la inmensa mayoría de su vida útil parados, apagados, “esperando órdenes” de su conductor. Para ello, como es lógico, necesitan un espacio en el que poder esperar aparcados sin suponer una molestia o un estorbo para el resto de usuarios.
En los grandes núcleos urbanos el número de plazas de estacionamiento se ha ido reduciendo de manera progresiva con el paso del tiempo, en especial en las calles más céntricas, en favor de una mayor cantidad de espacio reservada a otros medios de transporte y a los peatones. Es cierto que cada vez es más frecuente la figura del aparcamiento disuasorio, donde no suele haber problemas para aparcar, pero por el contrario, en las calles más céntricas de la ciudad las plazas de carga y descarga y los vados hacen que el número de plazas disponibles para un estacionamiento ordinario sea francamente pequeño.
Por otro lado, los conductores tenemos que enfrentarnos a un fenómeno que se ha manifestado de manera especialmente intensa en los últimos años: el crecimiento, en muchas ocasiones desmedido, del tamaño de los coches. Si hasta hace apenas un par de décadas un compacto apenas rondaba los 4 metros, en la actualidad es fácil encontrarse compactos que superan ya los 4,5 metros, mientras que cualquier SUV compacto o de segmento medio “coquetea” con los 4,7 metros de longitud.
De cualquier manera, existe la creencia popular de que encontrarse frente a un vado significa, automáticamente, la no disponibilidad de ese espacio para estacionar nuestro vehículo cuando, en realidad, existen diferentes tipos de vados recogidos en la normativa incluyendo un tipo de vado que sí permite el estacionamiento en caso necesario sin miedo a recibir una multa o a no encontrarse el coche por haber sido retirado por la grúa municipal. ¿De qué estamos hablando?
Nos referimos a los vados horarios, con un funcionamiento diferente a los vados permanentes. Éstos últimos, como su propio nombre indica, hacen referencia a un espacio de paso en el que no es posible estacionar en ningún momento, ya que debe quedar libre las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Suele ser el caso de los vados de garajes, hospitales, centros de salud o servicios de emergencia. Por otro lado, los vados horarios suelen ser utilizados por comercios, de manera que durante horario comercial no puede ser ocupado pero, por el contrario, sí permite el estacionamiento fuera de esa franja horaria.
Para diferenciar uno no debemos más que fijarnos en la señal, ya que en ella debe reflejarse el carácter de cada vado, donde se deberá leer claramente “permanente” o “vado horario” dependiendo de la