¿CADA VEZ MÁS RESTRICCIONES?

Los coches que no podrán entrar en las ZBE en 2025

Las restricciones de circulación ya son un tema de actualidad, especialmente para los conductores de vehículos con cierta antigüedad. ¿Cuáles son las novedades en las ZBE de cara a 2025?

Las Zonas de Bajas Emisiones, conocidas como "ZBE", son áreas urbanas donde se limitan o restringen los vehículos más contaminantes con el fin de mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases nocivos. Estas zonas están ganando relevancia en ciudades españolas, especialmente en grandes urbes como Madrid y Barcelona, donde la contaminación atmosférica es una preocupación seria. En estas áreas, solo los vehículos con etiquetas ambientales menos contaminantes, otorgadas por la DGT, pueden circular sin restricciones, lo que ha generado debates sobre el impacto y la equidad de estas medidas.

El sistema de etiquetas de la DGT clasifica los vehículos en función de su nivel de emisiones, desde los más limpios (Etiqueta CERO) hasta los más contaminantes (sin etiqueta). Sin embargo, este esquema ha sido criticado por no tener en cuenta otros factores como la antigüedad del vehículo o su tecnología, sino simplemente basarse en si el coche cumple ciertas normativas. Este método ha generado controversia, ya que algunos vehículos relativamente nuevos pueden no obtener etiquetas menos restrictivas, mientras que otros más antiguos y contaminantes, por cumplir con normativas de emisiones, sí las obtienen. De hecho, ya está previsto que en 2025 algunos municipios comiencen a restringir el acceso a los vehículos sin etiqueta, como es el caso de Madrid desde el próximo 1 de enero, o de Valladolid a mediados del año que viene.

Y es que, tras las etiquetas de la DGT y la implementación de las ZBE, podría existir un motivo más económico que medioambiental. Las restricciones que estas etiquetas imponen afectan principalmente a los propietarios de vehículos más antiguos, fomentando, de forma indirecta, la compra de coches nuevos. Esto, a su vez, beneficiaría al sector automovilístico y contribuiría a la renovación del parque automovilístico, que es uno de los más envejecidos de Europa. Así, la medida no solo se vería como una estrategia ecológica, sino también como una forma de estimular el mercado automotriz.

El debate sobre la eficacia de las ZBE y las etiquetas de la DGT está lejos de terminar. Por un lado, estas zonas de bajas emisiones han mostrado resultados positivos en la mejora de la calidad del aire en las áreas donde se han implementado, reduciendo las emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión. Sin embargo, críticos señalan que las medidas pueden ser insuficientes y discriminatorias para aquellos que no pueden permitirse un vehículo nuevo y que dependen del coche para sus desplazamientos diarios.

Por último, es importante destacar que, aunque las etiquetas de la DGT son la herramienta clave para implementar las ZBE, estas están basadas en una normativa que algunos consideran desactualizada. Los defensores de una revisión de las etiquetas proponen que se incluyan otros factores en la evaluación de los vehículos, como el estado real de los motores, las emisiones en condiciones de conducción reales y los posibles incentivos para los coches eléctricos e híbridos.