ECONOMÍA DEL COCHE

La Confederación Española de Talleres advierte sobre las gasolineras low cost: ¿merecen la pena o lo barato sale caro?

Son muchos los conductores que llenan el depósito en las gasolineras low cost porque ofrecen precios más baratos que los surtidores de las grandes petroleras. Ahora que la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines ha lanzado una alerta sobre este tipo de combustible, ¿hay razones para alarmarse si hemos repostado gasolina o diésel baratos?

En un momento en el que el precio del combustible ocupa la primera fila de la actualidad debido a las sanciones de Europa a Rusia, se ha vuelto a hablar de las gasolineras low cost. La Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (CETRAA) ha hecho unas declaraciones advirtiendo sobre el uso del combustible que venden: debido a su bajo precio, acudiendo a ellas es posible ahorrar a la hora de llenar el depósito. ¿Merecen la pena o pueden salir caras?

La semana pasada, José Rodríguez Robayna (miembro del comité ejecutivo de CETRAA) habló sobre las gasolineras low cost en Canal Sur. Aunque confesaba que ellos no habían llevado a cabo ningún estudio para confirmar las declaraciones que les llegaban por parte de los clientes, explicaba que estos aseguraban que habían experimentado pérdidas de potencia tras usar gasolina low cost.

Repostaje en gasolinera | Centímetros Cúbicos

Desde su punto de vista “el cliente, que piensa que va a ahorrar dinero, pero, en realidad, a veces, no se ahorra. Si echas un combustible que no es el adecuado, te vas a gastar el doble”. Aludía, también, a las consecuencias que puede tener para el motor: “El rendimiento no es el mismo, también puede afectar a ciertos elementos tecnológicos y catalizadores, que pueden tener problemas a la larga”. Y, por último, lanzaba una idea: comparar el carburante de una gasolinera “normal” y de una ‘low cost’ porque con el segundo el coche gastará más y no irá “igual”.

El mismo combustible para todas

Estas palabras han reavivado el debate en torno a estas gasolineras low cost. ¿Hay razones para alarmarse si hemos pasado por estos surtidores? Lo cierto es que no porque, según lo establecido en la Ley de Hidrocarburos, la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) es el único suministrador de combustible de España. Ella almacena el petróleo, lo reparte y lo transporta después de haber pasado los controles necesarios con los que certifican que cumple con todas las normas europeas de calidad.

Por lo tanto, el carburante es el mismo para todas las gasolineras: tanto si son ‘low cost’ como si no. Entonces, ¿por qué en las primeras el litro de combustible puede llegar a ser, de media, un 10% más barato? Son dos factores los que marcan la diferencia: los aditivos y el modelo de negocio de las estaciones de servicio baratas.

Colas de vehiculos esperan para repostar en una gasolinera de Madrid | EFE

Los aditivos

Como ya hemos explicado en otras ocasiones, son productos químicos que se añaden al combustible para sumar cualidades. La presencia de este componente encarece la gasolina y el diésel.

La CLH añade los suyos propios, las gasolineras ‘low cost’ suelen emplear los que recomienda Compañía Logística de Hidrocarburos y las grandes petroleras cuentan con sus propias recetas con las que prometen una mejor quema del carburante para aumentar la autonomía y compensar lo que pagamos de más nuestras visitas a la estación de servicio.

Gasolinera | Pixabay

El modelo de negocio de las gasolineras low cost

Las gasolineras low cost tienen una organización empresarial con muy pocos niveles y escaso personal: el 60% de los costes procede de la plantilla y si reducen esta partida, pueden minimizar el precio del litro de combustible. Si habéis repostado, alguna vez, en estas estaciones de servicio habréis comprobado que hay uno o dos trabajadores o, incluso, no hay.

Por otro lado, tienen muy pocos costes y muy pocos gastos. Hay dos soluciones que ejemplifican esto: no invierten en publicidad y sus instalaciones suelen estar en polígonos y zonas industriales, donde el suelo es más barato, o en el recinto de una superficie comercial para actuar como reclamo.

Y, por último, nos encontramos con sus reducidos márgenes: suelen estar entre el 0,5 y el 1% porque tienen una política muy agresiva de precios para lograr mucho volumen.