Puede resultar muy peligroso
La DGT quiere alentarnos de los peligros a los mandos del coche incluso de aquellos que surgen por elementos ajenos a la carretera, como el llamado efecto elefante.
Conducir puede ser sinónimo de muchas cosas, pero el peligro y el riesgo de comer un accidente siempre están presentes. Y es que no debemos olvidar nunca los problemas que puede acarrear no solo una conducción imprudente, sino también otros elementos que pensamos que son ajenos a nosotros y que pueden causar auténticos estragos. En este caso entra el efecto elefante, un fenómeno realmente peligroso y que hoy os enseñamos a evitarlo de una forma sencilla.
Y es que uno de los factores clave para evitar sufrir lesiones graves en caso de accidente es el uso del cinturón de seguridad. Parece lógico e incluso absurdo recordar esto a estas alturas, pero lo cierto es que es un elemento fundamental que nos puede evitar mayores estragos en caso de que se produzca el efecto elefante.
El peligro que conlleva este efecto radica en los objetos que pueden ir sueltos en el habitáculo. En caso de una frenada de emergencia o incluso de accidente, estos por la propia inercia podrían desplazarse a gran velocidad por el interior del coche y golpearnos, causando daños mucho más trascendentes de los que podríamos experimentar en caso de no llevar elementos sueltos por el coche.
Este término nace a raíz de una campaña publicitaria francesa que decía, literalmente, “ 'no viaje con un elefante en el asiento trasero”. Esto hacía alusión a que un pasajero que pesase 75 kilos golpearía al asiento delantero en caso de un accidente a 60 km/h con una fuerza equivalente al peso de un elefante de 4,2 toneladas.
Y es que no solo son los objetos sueltos por el interior de un coche los que conllevan un peligro, sino también los ocupantes sin ningún tipo de sujeción. En caso de, por ejemplo, llevar un portátil suelto en el habitáculo y provocar su vaivén violento a 50 km/h, estaríamos hablando de un golpe equivalente a un jabalí de 85 kilos.
La clave para evitar el poco temido -y desconocido- efecto elefante es muy sencilla: asegurarnos de que todos y cada uno de los objetos están bien anclados o, en su defecto, en el maletero. Al mismo tiempo, también resulta fundamental asegurarnos que todos y absolutamente cada uno de los ocupantes llevan el cinturón de seguridad por su bien y por el nuestro.