Mucho en común con un Fórmula 1
En Infiniti están decididos a usar su experiencia en F1 para fabricar un coche deportivo de calle
Sorpresa mayúscula la que han preparado los chicos de Infiniti para el próximo Salón del Automóvil de París. El fabricante japonés se presentará en la cita francesa con un proyecto realmente rompedor donde se ha buscado aplicar toda su experiencia y conocimientos en Fórmula 1 para crear un Infiniti Q60 capaz de dejar muy atrás a todos sus rivales. El nombre de este ejercicio es Project Black S, y aunque la marca nipona habla de él en clave conceptual, no cabe la menor duda de que estamos ante un adelanto de lo que podría ser un Q60 todavía más radical.
En estos momentos el Infiniti Q60 S con su 3.0 V6 Twin-Turbo de 405 CV defiende el tope de gama de la gama Infiniti, siendo además su visión más prestacional. Pues bien, para crear el Project Black S los ingenieros de Infiniti han colaborado estrechamente con la división de Fórmula 1 de la marca para integrar en su motor el sistema híbrido que emplean los monoplazas. Hablamos de un sistema híbrido que no solo añade potencia extra al propulsor a través de sus turbos eléctricos, sino que es capaz de recuperar energía de los gases de escape y de las frenadas. La ganancia de potencia es notable pues ahora este motor declara 571 CV, promete una aceleración de infarto y una capacidad de regeneración muy superior a cualquier otro sistema de propulsión híbrida. Al igual que sucede en F1, este sistema está pensado para trabajar como un KERS que actúa bajo demanda del piloto.
Para hacernos una idea del potencial del Project Black S solo diremos que será capaz de hacer el 0-100 Km/h en menos de 4 segundos. Pero aún hay más, Infiniti ha trabajado con los responsables de la división de F1 para crear el nuevo paquete aerodinámico, un paquete específico desarrollado en los mismos túneles de viento y con los mismos materiales que los monoplazas.