Pocas son las ocasiones en las que un vehículo al final de su vida comercial tenga
una demanda tan elevada como la que está obteniendo la cuarta generación del . A sólo tres meses para la llegada de su sucesor, la firma español no es capaz de cumplir con los pedidos. Lo habitual en el mundo del automóvil es que
durante los primeros cuatro años las ventas sean muy buenas y, pasado ese tiempo, haya un pequeño repunte con el lavado de cara para, después, ir poco a poco bajando debido a la veteranía y llegada de rivales más modernos. En el caso del Ibiza, esto no ha sucedido y se está vendiendo más que en épocas supuestamente favorables.
Para tratar de cumplir con los pedidos,
SEAT ha tenido que añadir dos turnos adicionales que se realizarán en sábado que permitirán aumentar la producción en unas 700 unidades. Curiosamente el Ibiza de quinta generación también comenzará su producción en breve pero sólo el "viejo" recibirá esa carga extra.
La razón principal del éxito del Ibiza está en su diseño todavía vigente, una dotación disponible atractiva y adaptada a las necesidades del público, y por supuesto unos precios realmente atractivos. Basta decir que el acabado FR se ofrece desde sólo 12.990 € ya con mucho equipo de serie.