Porsche ha dicho basta a la especulación que sufre el mercado del automóvil deportivo. El fabricante alemán lleva bastante tiempo advirtiendo de que
no está de acuerdo con la idea de que sus coches sirvan únicamente como valor refugio para que los clientes más avariciosos se aseguren una gran revalorización y así unas ganancias importantes gracias a la exclusividad de los modelos Porsche.
Las series limitadas como el Porsche 918 Spyder o Porsche 911 R son ya coches cuyo precio de venta en segunda mano supera holgadamente su precio original de compra, algo que es un claro indicativo sobre el verdadero objetivo de muchos de los primeros compradores de este tipo de coches. Por desgracia es cada vez más habitual ver coches pertenecientes a series muy limitadas que en apenas unos meses tras su lanzamiento y con un uso mínimo piden cifras astronómicas por cambiar de manos. De este modo, en una reciente entrevista de
Car&Driver a Andreas Preuninger como máximo responsable sobre el desarrollo de las series GT, éste afirmó que
en Porsche están decididos en acabar con los especuladores.
Sus coches son fabricados para ser disfrutados, en mayor o menor medida, pero no para cambiar de manos cada poco tiempo y nulo uso por el simple objetivo de reportar unas suculentas ganancias. Así, Porsche admite que ha empezado a inspeccionar muy de cerca las operaciones sobre sus coches más especiales para conocer cómo se realizan y en qué términos, detectando así a los especuladores y evitando que éstos en el futuro vuelvan a tener acceso a la compra de vehículos por delante de otros clientes que sí están interesados en la compra y en disfrutarlos. En Centímetros Cúbicos: