UN HECHO MUY PECULIAR
Las ITV son de sobra conocidas por parte de los conductores españoles, pero parece que no sólo por los conductores de nuestro país. Que se lo pregunten a los conductores neerlandeses...
La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un procedimiento esencial en España que garantiza la seguridad vial y la protección del medio ambiente. Su objetivo principal es verificar que los vehículos que circulan por las carreteras cumplan con las normativas de seguridad y emisiones contaminantes. De este modo, la ITV contribuye a reducir el riesgo de accidentes causados por fallos mecánicos y a minimizar el impacto medioambiental del parque automovilístico.
El funcionamiento de la ITV es relativamente sencillo. Los vehículos deben someterse a una inspección periódica, cuya frecuencia varía según el tipo de vehículo y su antigüedad. Por ejemplo, los turismos particulares deben pasar la primera inspección a los cuatro años de su matriculación y, a partir de entonces, cada dos años hasta que cumplen diez años, cuando la inspección pasa a ser anual.
Durante la inspección, el vehículo es examinado en varios aspectos clave, como el sistema de frenos, la dirección, la suspensión, los neumáticos, la iluminación, y los niveles de emisiones contaminantes. Además, se revisan los elementos de seguridad activa, como los cinturones de seguridad y los airbags. Los resultados de la ITV pueden ser tres:
1. Favorable: El vehículo ha superado la inspección sin defectos o con defectos leves, permitiéndole circular sin restricciones hasta la próxima revisión.
2. Desfavorable: Se han detectado defectos graves que no permiten la circulación del vehículo hasta que estos sean subsanados y se realice una nueva inspección para verificar la reparación.
3. Negativo: Se han identificado defectos muy graves que suponen un peligro inmediato para la seguridad vial, por lo que el vehículo no puede abandonar la estación de ITV por sus propios medios.
Últimamente se está observando un fenómeno de lo más curioso en el sur de nuestro país, y es que más de 4.700 vehículos de Países Bajos han pasado la ITV en Andalucía en los últimos años. Este hecho se debe, en gran medida, a una regulación europea que permite que un vehículo registrado en un país de la Unión Europea pase la inspección técnica en cualquier otro Estado miembro. La razón por la que muchos propietarios neerlandeses eligen Andalucía para realizar la ITV radica en los menores costes del servicio en España comparados con los de Países Bajos pero, además, Andalucía cuenta con una red de estaciones de ITV moderna y bien distribuida, lo que facilita la realización de la inspección.
Este flujo de vehículos extranjeros también ha sido potenciado por la posibilidad de combinar la inspección con el turismo, ya que muchos propietarios aprovechan su estancia en España para cumplir con este trámite legal. Sin embargo, este fenómeno también está generando cierta controversia, ya que algunos consideran que podría estar incentivando una migración de vehículos menos seguros y más contaminantes hacia zonas con normativas de ITV menos estrictas, aunque, como no podía ser de otra manera, las estaciones de ITV en Andalucía mantengan un nivel de exigencia conforme a la normativa europea.