EVITA POTENCIALES AVERÍAS
En estas semanas de máximo estrés térmico, nuestros coches también sufren en mayor medida la presión de las altas temperaturas. El sistema de refrigeración es clave para la salud del motor, pero no vale todo a la hora de mantenerlo
Estamos viviendo, durante éstas semanas, los días más calurosos de este 2023. Se trata de episodios de temperaturas extremas que elevan aún más la sensación de calor que, como es lógico, todos tenemos en la temporada estival. El calor nos afecta de una u otra manera, pero no somos los únicos que sufrimos las consecuencias de las altas temperaturas ya que nuestros vehículos también necesitan que su sistema de refrigeración funcione a pleno rendimiento para evitar males mayores.
Ya sabemos que los motores de nuestros vehículos están diseñados para operar dentro de un rango óptimo de temperaturas, que en el caso de los motores térmicos, suele rondar los 90ºC. Si tu coche es lo suficientemente moderno -o fiable- es posible que nunca hayas tenido que fijarte en el sistema de refrigeración de tu coche. Normalmente, estos sistemas hacen uso de un fluido refrigerante que circula a través del propulsor gracias a una bomba que, a su vez, está impulsada por el propio motor.
En caso de que hayas tenido que "trastear" con este elemento de tu coche, te habrás dado cuenta de que, por norma general, el fluido refrigerante está coloreado con alguna tonalidad relativamente llamativa como rojo, verde, azul o amarillo. No es casualidad: cada tipo de refrigerante cuenta con una serie de propiedades y de componentes que pueden poner en peligro la salud de tu coche en caso de que no los utilices de manera correcta.
Desde Centímetros Cúbicos te recomendamos que, en caso de que el vehículo te informe o tú mismo en una revisión rutinaria te des cuenta de que necesitas rellenar el depósito de refrigerante de tu coche, no utilices refrigerante precisamente, sino que hagas uso de otro elemento más barato y, sobre todo, mucho más fácil de encontrar: el agua destilada. Descarta el agua convencional, el agua "del grifo", ya que contiene minerales y elementos que pueden reaccionar y corroer el interior del circuito refrigerante del vehículo.
Si tienes que rellenar y te encuentras fuera de "tu entorno" (debido a un viaje de trabajo o de vacaciones) no se te ocurra echar el primer refrigerante que veas en la tienda, ya que no todos los refrigerantes son compatibles entre sí debido a su origen orgánico o no-orgánico, pudiendo reaccionar de manera adversa entre sí y provocar daños y taponamientos en el circuito. Con el agua destilada reducirás la concentración del líquido refrigerante, pero no aportarás ningún elemento susceptible de dañar tu circuito, de manera que podrás seguir tu camino sin miedo a sufrir una avería o provocar un daño mayor en pocos kilómetros.
De cualquier manera, si necesitas realizar esta operación, te recomendamos que lleves el coche al taller en cuanto sea posible, ya que es muy posible que tengas una fuga de líquido que no debería estar ahí.