PROTEGE A TU BEBÉ

Tres claves para ponerte el cinturón si estás embarazada

Estar embarazada también afecta a la manera en la que debemos ponernos este elemento de seguridad de nuestro coche. Esta es la manera correcta para que el futuro miembro de la familia no se vea afectado.

Pareja embarazadaiStock

El uso del cinturón de seguridad lo vemos como fundamental a día de hoy. Es un gesto que nos sale de manera automática nada más montarnos en el vehículo. Una acción que no fue obligatoria hasta 1975 en los asientos delanteros y desde 1992 para los traseros. No utilizarlo puede suponer una infracción grave penalizada con hasta 200 euros de multa y con la pérdida de tres puntos del carnet.

Sin embargo, hasta 2016 no fue obligatorio su uso en las mujeres embarazadas, siempre y cuando tuviesen un certificado médico que lo asegurase. Actualmente, son muchos los estudios que defienden el uso de este elemento de seguridad puesto que reduce considerablemente el riesgo de fallecimiento y de lesiones en las futuras madres. Aunque es importante seguir una serie de recomendaciones, poniendo especial atención en los primeros tres meses de gestación y en los tres últimos.

La DGT aclara cómo las mujeres embarazadas deben abrocharse el cinturón de seguridad. Cabe destacar que en los primeros meses de gestación la cantidad de líquido amniótico es escaso, por lo tanto el feto está menos protegido. En caso de sufrir un accidente frontal es más probable que se produzcan hemorragias en el útero por un desprendimiento de la placenta. Una situación que provocaría una falta de oxígeno para el feto.

La manera más correcta de levar el cinturón en las mujeres gestantes es la siguiente:

  • La banda diagonal tiene que ir ajustada sobre el esternón y el hombro, evitando que roce con el cuello o presione los senos
  • La banda horizontal es clave. Debe situarse por debajo del abdomen, asegurando que quede bien fijada en los huesos de la cadera y se evite que pueda subir hacia la zona del vientre.
  • Es de vital importancia evitar que las bandas sufran holgura alguna.

A partir del séptimo mes de embarazo se debe extremar la precaución. Es en estas semanas donde un frenazo brusco puede ser fatal para el feto, pudiendo ocasionar traumatismo al bebé o un adelantamiento del parto. Para evitar este tipo de riesgos existen elementos homologados en el mercado como los adaptadores de recorrido o los chalecos especiales que sirven de sujeción para que las bandas se mantengan en una correcta posición. Si estás en esta situación recuerda: cuidarte significa cuidarle.