PRINCIPIOS DE MARZO
Todos aquellos vehículos cuya ITV expiró entre marzo y junio de 2020 tenían hasta finales de febrero para llevar a cabo el trámite
Según la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), hoy en día, el 45% de los vehículos que circulan por nuestras carreteras lo hacen sin tener la ITV en regla. Un porcentaje que ha crecido después de la pandemia y que puede incrementarse aún más: las prórrogas otorgadas a la ITV han finalizado.
Hace casi un año, el Gobierno decretó el primer Estado de Alarma que paralizó el país con el objetivo de frenar la expansión del coronavirus. Durante varias semanas los trámites administrativos, como la ITV, se congelaron y cuando terminó el confinamiento llegó el colapso. A petición de las estaciones se puso en marcha una prórroga para todos aquellos vehículos cuyo plazo caducó entre marzo y junio.
Fue una medida excepcional. De esta manera, los 6,5 millones de vehículos que no pudieron llevar a cabo el citado trámite durante el tiempo que estuvieron cerradas las estaciones ITV tenían un margen para cumplir con sus obligaciones sin colapsar (aún más) el sistema. Un plazo que ha llegado a su fin con la llegada del mes de marzo: la excedencia concedida a los vehículos cuya ITV expiró entre el 14 de marzo y el 20 de junio de 2020 terminó el día 2.
Las recomendaciones de la AECA-ITV
Teniendo en cuenta el absentismo actual, la AECA-ITV ha querido hacer un llamamiento a todos los usuarios que siguen con la ITV caducada para recomendarles que acudan a realizar la inspección técnica cuanto antes. Un trámite que pueden llevar a cabo, incluso, un mes antes del final de la validez ya que mantendrán la fecha original de vigencia.
Al mismo tiempo, han aprovechado para recordar que este trámite sirve para verificar el correcto estado de un vehículo, pero también contribuye a salvar vidas: no en vano, un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid determinó que, en un año, pueden llegar a evitar hasta 539 muertes.
A estas razones añade las económicas: la multa por circular con la ITV caducada asciende a 200 euros y si, además, causa un accidente sin tener la inspección en vigor, el seguro no se hará cargo de los costes derivados del siniestro y será el conductor responsable quien tendrá que pagar todos los gastos.