Las cosas bien hechas, bien parecen. Una frase que se identifica con ciertos productos que cumplen la regla de que cuando algo funciona hay que seguir mejorándolo, con la complejidad de hacerlo notable pero sin excesos. Y ese olor y fragancia exquisita, en definitiva ese olor que se crea a base de mantener una serie de normas y costumbres, es olor a tradición de una marca como Peugeot, mezclado con un soplo de aire fresco, que ya que estamos en el sur no viene mal, es lo que se aprecia en este
renovado 2008, uno de los superventas de la marca del León. Nos ponemos al volante y desvelamos nuestras primeras impresiones tras comprobar de primera mano sus novedosas actualizaciones.