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Hyundai presenta una segunda generación del Kona para el próximo 2024. Un modelo que ha crecido, no solo físicamente, si no también como producto tal y como se puede ver en esta prueba.
La evolución del automóvil durante los últimos cinco años ha sido desmedida. Con marcas que se han ido y otras que han llegado. Pero si hay una que destaca especialmente esa es Hyundai. La evolución de esta marca es un no parar: modelos nuevos, gama de eléctricos, gama de deportivos, cinco tecnologías de propulsión, etc. Y lo último en llegar: la segunda generación del Kona.
Un modelo que crece en esta nueva etapa y sigue la línea de diseño que hemos visto en los más recientes. Estética futurista, un frontal que parece sacado de una película, un perfil musculoso y muy marcado y una trasera que parece el reflejo del frontal. El interior es algo más 'convencional' con dos pantallas de 12,3 pulgadas colocadas en el mismo panel y sobre el salpicadero, aunque orientadas al conductor.
Una solución que está creando escuela. Acompañadas por mandos físicos para algunas de las funciones que más se usan al volante. Como el climatizador, el volumen de la radio o algunos accesos directos, facilitando su uso y contribuyendo a hacer la conducción más segura.
En cuanto te pones en movimiento notas el salto que ha dado el Kona en el paso de la generación anterior a esta. Muy aplomado, muy bien aislado y muy estable. Se puede decir que es más 'coche'. La gama de motores se compone de mecánicas gasolina, mild-hybrid de 48 voltios, full-hybrid y eléctrico, aunque este último tardará un poco más en llegar. Y con potencias entre los 120 y los 218 CV de potencia. El cambio puede ser manual o automático de doble embrague, dependiendo de la versión.
Como se puede ver en el vídeo, variedad hay para todos los gustos y necesidades. En esta prueba se ve la versión hibrida autorecargable, que parece muy equilibrada y racional para un uso convencional. Te permite moverte gran parte del tiempo en modo eléctrico y si sales a carretera siempre tienes el apoyo del motor de gasolina, reduciendo el consumo. Además, tiene un detalle que, desde Centímetros Cúbicos, nos ha gustado mucho: las levas tras el volante actúan de forma diferente dependiendo del modo de conducción que selecciones.
En el modo ECO sirven para regular la regeneración cuando levantas el pie del acelerador, como si fuese un coche eléctrico. Y, en modo Sport, actúan directamente sobre el cambio de doble embrague. También tiene modo Snow.
Lo cierto es que cuantos más kilómetros se le hacen, más descubrimos en este interior que el coche viene cargado de tecnología. Como el Head-Up Display, servicios conectados con posibilidad de actualizar el sistema remotamente... Y por supuesto, los asistentes y ayudas a la conducción que hoy en día no pueden faltar. Con todos, el Kona alcanza un nivel 2 de conducción autónoma.
Porque el nuevo Kona ha crecido, no solo físicamente, lo ha hecho como producto. Ahora es un coche mucho más completo, más elaborado. Con la mayor oferta mecánica de su segmento y una equipación de segmentos superiores. Lo dicho, la evolución de Hyundai en estos últimos años impresiona, y mucho.