Volvo acaba de lanzar al mercado el nuevo XC60. La segunda generación del Volvo XC60 tiene una tarea complicada por delante. En primer lugar, es el primer Volvo de las series 60 en hacer uso de la
plataforma modular SPA estrenada en los Volvo XC90 y S90/V90. En segundo lugar, debe revalidar el éxito de ventas de su primera generación. El primer Volvo XC60 ha supuesto el 30% de las ventas globales de la marca, y más de un millón de unidades han sido vendidas en sus 9 años en el mercado. Ádemás, rivales como el Audi Q5 o el BMW X3 también han sido renovados. ¿Qué nos ofrece este nuevo Volvo XC60?
Volvo nos ha convocado en Asturias, que nos recibe plomiza, con su habitual mezcla de gris e intenso verde. Sobre este fondo, el nuevo Volvo XC60 destaca especialmente. Sobre todo las unidades de acabado R-Design, pintadas en un color blanco polar metalizado. El Volvo XC60 se identifica claramente como un XC60, no como una versión a escala ligeramente más pequeña del XC90.
Volvo ha retenido sus señas de identidad, como sus ópticas traseras verticales o la forma de su pilar C, y las ha combinado de forma maestra con los códigos estilísticos marcados por Peter Horbury, como las ópticas delanteras tipo "martillo de Tor". Las versiones Inscription reemplazan los paragolpes agresivos y molduras oscuras por una imagen más cromada, más tradicional. En el habitáculo también son palpables estas diferencias. Aunque en todos los casos es elegante y tecnológico - idéntico al del las series 90 de Volvo - en los R-Design prima el cuero oscuro y los acabados metálicos, mientras que
en los Inscription el ambiente es más minimalista, con cuero claro e inserciones de madera natural y excelente remate. ¿Nos ha convencido el interior del nuevo Volvo XC60? ¿Qué hay de sus remates?
Las calidades rayan a un nivel muy alto, y sólo Audi las supera en su segmento. Muy pocos detalles desentonan, quizá el plástico duro de la tapa de la guantera y la moldura que recubre la consola central, bien rematada pero de aspecto un tanto anodino. Somos quisquillosos, lo reconozco. Aunque a nivel de ergonomía y espacio son coches sin apenas tacha, hay un punto claro de mejora, y es la plaza central trasera. El túnel central - idéntico en todos los XC60, creado para alojar la batería de la versión enchufable - es muy abultado, y la banqueta es estrecha, más alta y dura. No es una plaza en absoluto cómoda. Por suerte, el resto de plazas lo compensa con unas
excelentes cotas tanto para cabeza como para rodillas. En un viaje de varias horas no noté molestia alguna, viajando en las diferentes plazas del coche. El maletero del Volvo XC60 tiene 525 litros - una cifra en línea con la de sus rivales - y en el caso de las unidades equipadas con suspensión neumática, podemos pulsar un botón que agachará la suspensión trasera del coche, reduciendo la altura de la boca de carga. Pulsando un simple botón se abaten los asientos de la segunda fila, facilitando - o más bien, agilizando - la tarea de cargar objetos largos.
Al volante del nuevo Volvo XC60
Me acomodo en la poltrona del conductor y regulo mi posición. Me gusta la limpieza de líneas del salpicadero, en el que sólo hay ocho botones. Todas las demás funciones se integran en el equipo de infotainment Sensus Connect, con una pantalla de 9 pulgadas en posición vertical, como si de una tablet se tratara. Estoy subido en un
Volvo XC60 T6, equipado con un 2.0 de gasolina, sobrealimentado hasta los 320 CV por turbo y compresor. Todos los Volvo XC60 serán por el momento automáticos - con cajas de convertidor de par y ocho relaciones - y de tracción integral no permanente. Un diésel de tracción delantera llegará el año que viene. El motor despierta con un ronroneo suave y nos ponemos en marcha. Desde el primer momento advierto un excelente aislamiento acústico del habitáculo. Aunque llevamos llantas de 21 pulgadas con neumáticos de perfil bajo, en el modo Comfort la suspensión neumática filtra a la perfección los baches a los que el SUV es sometido. El T6 es un motor pleno de fuerza, con un empuje que sorprende a pesar de las dos toneladas que pesa el coche. Sobre el papel, consume 7.1 l/100 km, pero tras una conducción deportiva a buen ritmo, no hemos logrado reducir la media por debajo de los 11 l/100 km.
Tras tomar contacto con el primer XC60, paso a un
XC60 T8 Twin Engine. Es un híbrido enchufable, dotado con un motor eléctrico de 117 CV en el eje trasero del coche, asociado a una batería de iones de litio y 10,4 kWh de capacidad. Con esta batería, el Volvo XC60 tiene una autonomía 100% eléctrica de 45 km, y desarrolla 408 CV de potencia combinada. Suficientes para despachar el 0 a 100 km/h en sólo 5,3 segundos. Es una combinación mecánica interesante, pero siendo francos, las más vendidas serán las motorizaciones diésel, tanto las D4 de 190 CV, como las D5 PowerPulse de 235 CV.
Un SUV muy seguro y equipado
Volvo quiere que en 2020 nadie muera ni resulte seriamente herido a bordo de un Volvo de nueva factura. Para ello, han redoblado aún más las funciones del sistema City Safety de seguridad activa. Este sistema ahora es capaz de
intervenir en la dirección para evitar un alcance en una intersección, por ejemplo. También es capaz de detectar a niños, ciclistas y animales grandes, deteniéndose por completo si es necesario. Otra novedad del Volvo XC60 es un sistema que evita colisiones con vehículos que circulan por el carril contrario en carreteras de doble sentido. Funciona entre 60 y 140 km/h y de nuevo interviene en la dirección para evitar accidentes.
Esta asistencia a la dirección también llega al avisador de vehículo en punto muerto, que intervendrá en la dirección si ignoramos los avisos acústicos y visuales que delatan la presencia de un coche en nuestro ángulo ciego. ¿Cuánto cuesta este despliegue tecnológico?
Los precios del Volvo XC60 arrancan en nada menos que 51.990 euros, para una versión D4 AWD en acabado Momentum. Los precios superan los 75.000 euros en las versiones más equipadas y asociadas a mecánicas potentes. En 2018 llegará una versión de acceso por 39.950 euros, un D3 (diésel de 150 CV) con tracción delantera.