330 CV DE PURA DIVERSIÓN
El último Civic Type R de Honda, pese a su récord del trazado de Nürburgring, es un coche práctico y utilizable en el día a día. Eso sí, no es muy discreto.
La nueva generación del Honda Civic Type R continúa levantando pasiones, pese a que han pasado 26 años de la irrupción en el mercado de este modelo. Sigue siendo un coche de calle con buena percha y, aunque no serás el más discreto del momento, lo puedes llevar a la oficina, a comprar el pan… Eso sí, si le exiges, saca su otra cara, como en las películas. Digamos que es rápido y furioso.
En los circuitos puede ir tan rápido que, en uno de los más exigentes y peligrosos se ha coronado rey varias veces. El pasado año, el trazado de Nürburgring vio cómo se convertía en el coche más rápido de producción con tracción delantera. Completando su trazado de 20,8 kilómetros en un tiempo de 7 minutos 44 segundos y 881 milésimas.
Un velocista rompe récords… como el de Suzuka No hay que ser un atleta para llevarlo porque el que está en forma es su motor de 2 litros, cuatro cilindros y 330 caballos. Que le permiten acelerar de 0 a 100 en 5,4 segundos. Un motor, tan elástico como una goma, que se estira y se estira casi sin final.
Pero esta máquina no es todo motor. El chasis está muy equilibrado. Es ligero como una pluma, gracias a algunos elementos de aluminio como el capó o el portón trasero. La agilidad en la conducción también se refleja en la manejo de la caja de cambios, manual de 6 velocidades.
Está aligerado, y es que en la báscula da poco más de 1.400 kilos. Presenta soluciones aerodinámicas, como un alerón trasero de fibra de carbono y alto ángulo, así como elementos debajo de la carrocería, que se combinan para generar una carga aerodinámica real, es decir, para ganar agarre al asfalto.
Eso, junto con la suspensión trasera multibrazo y una buena distancia de ancho de vías, de más de 1,6 metros, hace que gane en estabilidad en las curvas.
El Type R es un coche inteligente, capaz de monitorizar las temperaturas del refrigerante y del aceite, así como la presión y la temperatura de admisión del motor. Además de otros parámetros como la aceleración, la frenada y las fuerzas “G” en las curvas, para optimizar la conducción en circuito.
Y como sin seguridad no hay deportividad, también incorpora elementos de seguridad pasiva y activa, con ayudas a la conducción que reaccionan ante situaciones comprometidas y ofrecen ayuda inteligente cuando es necesario.
Otra muestra de seguridad son las pruebas de impacto. La versión híbrida del Civic ha obtenido cinco estrellas en los tests EuroNcap: con 89% de protección para ocupantes adultos; 87% para niños; 82% para peatones; y el 83% para los asistentes de seguridad.
Tiene un buen centro de gravedad y eso te hace sentir con el control. Por cierto, por cuestiones de homologación obligan a sacrificar una plaza respecto a la versión híbrida y se homologa para cuatro pasajeros.