Cuando Hyundai presentó la nueva generación del , el fabricante era consciente de lo difícil que se había convertido competir en uno de los mercados más afectados por la fiebre SUV. Las berlinas de tamaño medio no pasan por su mejor momento, y por ese motivo
el Elantra que probamos hoy es una interesante opción a tener en cuenta cuando buscamos un formato convencional a la última.
Lo primero que cabe destacar del Hyundai Elantra es lo acertado de su diseño. Nos encontramos con
un carácter propio repleto de personalidad y líneas fluidas. El Elantra no busca pasar desapercibido, pero tampoco resulta estridente, algo que se consigue con una
estética moderna donde una gran parrila frontal y unas también grandes ópticas son absolutas protagonistas. Su zaga goza también de grandes grupos ópticos y líneas fluidas, siendo su vista lateral el apartado más clásico reconociendo los tres volúmenes independientes de esta berlina.
En el interior encontramos un diseño bastante más sobrio que el visto en el exterior. Hyundai ha preferido optar por unas líneas más horizontales y de corte clásico para los mandos, cuadro de instrumentos y salpicadero en general. Todo está a la mano y permite que nos adaptemos rápidamente al interior y encontremos el control deseado de inmediato.
Existe cierto contraste entre el exterior e interior a nivel de diseño, sin embargo
Hyundai ha apostado por una buena calidad de construcción en el habitáculo. Aunque son mayoría los plásticos de tacto duro, no se aprecian holguras o vibraciones, percibiendo que todos los controles y ajustes gozan de calidad en fabricación y ajuste. La zona superior del salpicadero, la más visible, sí que está fabricada en material plástico de mejor aspecto y tacto, pero es justo subrayar que todo el habitáculo transmite un alto aspecto de solidez y calidad. Dicho esto,
el Hyundai Elantra se desmarca por tanto de otras berlinas de tamaño medio como el Citroën C-Elysée, SEAT Toledo o Skoda Rapid, todas ellas de diseño exterior más clásico y no tan conseguido interior. Por tanto, el Hyundai Elantra milita en una zona del mercado que
se aproxima más a modelos como el Opel Astra Sedán o el Volkswagen Jetta.
La unidad que hemos probado durante una semana es el
Hyundai Elantra con motor 1.6 CRDI de 136 CV y cambio automático de doble embrague con 7 relaciones. Se trata sin lugar a dudas de la configuración ideal para esta berlina, tanto para uso en ciudad como autovía por la comodidad y suavidad del cambio en cualquier circunstancia.
Este grupo motopropulsor nos ha parecido que ofrece unos resultados correctos, pero no brillantes. En materia de consumos realizando una conducción relajada y con predominancia de autovía,
el consumo final se ha situado en torno a los 5,4 l/100 Km, una cifra normal, mientras que en el apartado de prestaciones hemos echado en falta algo de nervio para los 136 CV declarados. Como punto a favor de este grupo motopropulsor nos encontramos con
un motor de tacto agradable, bien insonorizado y con un cambio automático que responde de forma inmediata a cualquier exigencia. Al mismo tiempo es posible configurar el funcionamiento del conjunto mediante tres programas: ECO, Normal y Sport.
El confort es sin duda la prioridad del Hyundai Elantra, pero no por ello nos encontramos una berlina que sufra de grandes inercias o excesivo aislamiento. En el Elantra encontramos
un tarado de suspensión firme pero sin penalizar la comodidad, una asilamiento bien conseguido y una
dirección asistida muy filtrada que si bien comunica bastante poco, resulta muy cómoda para moverse en entornos urbanos y realizar maniobras.
Existen tres niveles de acabado disponibles en la gama Hyundai Elantra: Klass, Tecno y Style.
La unidad que hemos probado y que combina mecánica diésel y cambio automático sólo está disponible a partir del acabado Tecno que es el que hemos probado. En este nivel de acabado nos hemos encontrado con una dotación de serie donde destacan los siete airbags, el climatizador bizona, la cámara de visión trasera, el control de crucero o el aviso de ángulo de muerto. Estamos por tanto ante un nivel de acabado que cubre nuestras necesidades sin caer en los excesos. Para aquellos clientes que busquen mejores funciones o elementos de última generación tendrán que acudir obligatoriamente al acabado Style.
Nuestra conclusión final sobre el Hyundai Elantra es que
estamos ante un producto equilibrado y que responde a la perfección a las necesidades de un cliente que busca una berlina sin que eso signifique hacerse con un diseño clásico o carencias en equipamiento que no sufren todos esos SUV y monovolumen que no cesan de llegar al mercado. Teniendo en cuenta que la única motorización gasolina disponible es un 1.6 MPI de 128 CV y que el sobrecoste del cambio automático DCT con respecto al cambio manual de 6 relaciones no llega a los 2.000 euros, nos parece que la combinación de motor diésel y cambio automático es la más acertada por el confort y buen trabajo que ofrece sobre cualquier circunstancia. En Centímetros Cúbicos: