EL LADRÓN ESTÁ DETENIDO

Así logran varios empleados y clientes frenar un violento atraco en un supermercado de Gijón

Quería que la cajera del supermercado le diera todo lo que tenía dentro, pero su exceso de ansia le jugó una mala pasada. Las imágenes muestran cómo un hombre, un toxicómano, amenaza con el cuchillo a la cajera, le apremia para que le abra la caja pero el resto de clientes consigue retenerlo hasta que llega la Policía y lo detiene.

El atracador espera su turno con una Coca-Cola. La cajera la pasa, le dice el precio y él le enseña un cuchillo. Ella se levanta instintivamente, pero intenta abrirle la caja aunque con los nervios no puede, y la insistencia de él, no ayuda. La cajera le toca, pidiendo calma para poder abrir el cajón pero él se asusta y le levanta el cuchillo.

Así que la cajera, después de pensárselo, decide huir o intentarlo, y aprovechando la confusión llega un nuevo protagonista. Le da una patada, la cajera le tira la Coca-Cola y tras un momento de impasse le tiran un carrito a la cabeza y, ya sin cuchillo, le reducen.

El atracador comete varios errores. Primero: el cuchillo. Según los testigos, se le olvida quitarle la funda protectora. Segundo fallo: los nervios. La dependienta quiere abrirle la caja, lo intenta, pero él insiste tanto, que la ahuyenta antes de que lo consiga.

Y entonces llega el salvador: justo cuando va a entrar, la cajera le grita algo y cae al suelo. Se da cuenta de lo que pasa y, por instinto, se lanza a por él. La cajera le tira la Coca-Cola, pero aún falta por entrar en acción él. Sin dudar coge un carrito, se acerca por detrás y fin de la historia. Otro cliente le quita el cuchillo y se acabó. A estas alturas hay hasta un niño curioseando.

Mención especial para la cajera anónima, porque no sólo evita que coja el dinero y ayuda a detenerlo. Por alguna razón, en mitad del atraco, se pone a recoger cosas. Es lo que tienen los nervios, que uno nunca sabe cómo va a reaccionar.

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