EN 1922

Descubren la causa detrás de la "maldición de Tutankamón" que mató a más de 20 personas

El 4 de noviembre de 1922, exploradores liderados por Howard Carter encontraron unas escaleras que conducían a la tumba de Tutankamón.

Máscara de oro de Tutankamón iStock

¿Conocías la maldición del Faraón? Al parecer, las personas que formaron parte del descubrimiento y apertura de la tumba de Tutankamón murieron años después de forma misteriosa. Se trata de uno de los casos que más ha intrigado a los expertos y ahora, más de 100 años después, parecen haber resuelto el enigma.

Fotografía de archivo que muestra el interior de la cámara funeraria de Tutankamón | EFE

Envenenamiento

Un reciente estudio científico, publicado en el Journal of Scientific Exploration, da las claves de lo que pudo ocurrir en el caso de la tumba de Tutankamón. Ross Fellowes es el autor del estudio y sostiene que la causa de las muertes de los descubridores fue el envenenamiento por radiación proveniente de elementos naturales que contienen uranio y desechos tóxicos que se colocaron deliberadamente dentro de la bóveda sellada.

De acuerdo con el estudio, los niveles de radiación en las antiguas tumbas egipcias eran diez veces más altos de lo que se considera saludable bajo las medidas de seguridad actuales.

Ejemplos de muertes

Howard Carter fue la primera persona que entró en la tumba de Tutankamón. Murió en 1939, probablemente a causa de un ataque cardíaco tras una larga batalla contra el linfoma de Hodgkin, un cáncer que afecta el sistema inmunológico. El envenenamiento por radiación se ha relacionado como una causa del cáncer.

Lord Carnarvon, patrocinador de la expedición y uno de los hombres que también entró en la tumba, murió por envenenamiento de la sangre cinco meses después del descubrimiento.

Otras personas que participaron en la excavación murieron por diferentes causas como asfixia, derrames cerebrales, diabetes, insuficiencia cardíaca, neumonía, envenenamiento, malaria y exposición a rayos X.

Además, en este estudio se explica que también se documentaron altos niveles de radiación en las ruinas de tumbas del Reino Antiguo, en dos lugares de Giza y en varias tumbas subterráneas en Saqqara. Fellowes señala que "se asoció una intensa radiactividad con dos cofres de piedra, especialmente en el interior".

El profesor Robert Temple señala que los cofres estaban hechos de basalto, que "eran una fuente puntual de radiación, a diferencia de los niveles naturales (de radón) del lecho de piedra caliza circundante".

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