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¿REALIDAD O MITO?
¿Sabías que entre los siglos V y XV todo aquel que realizaba trabajos intelectuales utilizaba gafas aunque no tuviera problemas de visión?
En muchas ocasiones tendemos a asociar que las personas que llevan gafas son personas más inteligentes que el resto. Pero ¿es cierto esto o tenemos una idea totalmente equivocada de ello?
Usar gafas ha sido una característica arraigada al conocimiento y al intelecto porque, básicamente, se trata de una idea que ha perdurado en la sociedad hasta nuestros días. Como resultado, las personas asociamos las gafas con una gran variedad de aspectos relacionados con el éxito, la confiabilidad, el trabajo y, sobre todo, con la inteligencia.
Un grupo de científicos se propuso comprobar en un estudiosi era cierto que las gafas eran asociadas con la inteligencia. En uno de los experimentos, hicieron a los participantes juzgar a las personas que aparecían en una serie de imágenes. Unos llevaban gafas y otros no. Los voluntarios tenían que dar su opinión, sobre si los individuos tenían éxito en la vida o no.
Los resultados fueron que la mayoría de los voluntarios escogieron las imágenes de personas que llevaban gafas para determinar que ellos eran más inteligentes. Esto muestra cómo los estereotipos pueden nublar nuestro juicio propio.
Los estereotipos son imágenes mentales que nosotros los humanos nos hemos construido acerca de otros, representaciones esquemáticas y simplificadas de un grupo de personas al que se define a partir de ciertas características representativas. La RAE lo define como: "imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable".
¿Cómo se creó este estereotipo?
De acuerdo a los hallazgos descubiertos en un estudiorealizado por la Universidad de Colonia en Alemania y la Universidad de Groningen en Países Bajos, el estereotipo de que la gente con gafas parece más inteligente se remonta a la Edad Media.
Entre los siglos V y XV, tanto monjes como otros estudiosos usaban gafas para estudiar, realizar experimentos y abrir sus propias investigaciones. Desde entonces, todo aquel que realizaba trabajos intelectuales han usado anteojos, aunque no tuvieran problemas de visión.
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