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SEMAGLUTIDA
Este fármaco comparte principio activo con el famoso Ozempic, la semaglutida.
El pasado mes de abril, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), autorizó la venta de Wegovy en España. Este fármaco se aprobó como alternativa a otros medicamentos como Ozempic, que está atravesando un período de falta de suministro importante.
La función principal de este fármaco es controlar el peso. Sin embargo, tal y como revela un reciente artículo publicado en The Conversation, se han descubierto hasta ocho posibles beneficios que este medicamento sería capaz de tratar. Está compuesto por semaglutida en 2,4 mg que actúa como agonista del receptor al glucagón-1 (GLP-1) y que se administra por vía subcutánea una vez a la semana.
Un estudio reciente siguió a un grupo de 407 personas obesas con osteoartritis de rodilla durante 68 semanas. Algunos miembros del grupo recibieron semaglutida y otros un placebo.
El grupo que recibió semaglutida experimentó una enorme disminución del dolor, de 71 a 42 puntos en una escala de dolor estándar. Sin embargo, no ocurrió lo mismo en el grupo placebo.
Las razones de la mejoría probablemente se deban a la rápida pérdida de peso combinada con las propiedades antiinflamatorias de la semaglutida.
Aproximadamente una de cada cuatro personas en el mundo padece enfermedad del hígado graso, una afección hepática de larga duración que puede progresar a cirrosis. En las últimas etapas, puede ser mortal.
Los datos iniciales de los ensayos clínicos mostraron resultados muy prometedores con semaglutida, con una reducción significativa de la grasa hepática del 31%. Además, en otro estudio clínico, el hígado graso se resolvió por completo en un tercio de los pacientes después de solo 24 semanas.
En estudios realizados con neuronas, se ha demostrado que la semaglutida tiene efectos beneficiosos sobre varias "características patológicas" de esta enfermedad neurológica.
Incluso hay indicios de que la semaglutida puede funcionar para frenar el empeoramiento del Párkinson en humanos. Por ejemplo, un estudio francés, publicado a principios de este año, descubrió que las habilidades motoras de las personas con Párkinson en etapa temprana que recibieron el tratamiento no mostraron casi ningún empeoramiento de los síntomas en comparación con las personas que recibieron un placebo.
En estudios realizados con ratones y modelos organoides humanos de Alzhéimer, se ha demostrado que la semaglutida reduce los depósitos de tau y amiloide (las dos proteínas que se acumulan en el cerebro de las personas con Alzhéimer). Además, un metaanálisis reciente de siete ensayos clínicos de personas con diabetes tipo 2 pero Alzheimer no diagnosticado mostró que, en un plazo de tres años, entre el 40 y el 70% de los pacientes que tomaban semaglutida tenían un riesgo menor de que se les diagnosticara Alzhéimer.
La enfermedad renal crónica es irreversible, por lo que es importante controlar la causa. La principal causa de insuficiencia renal es la diabetes, en la que los niveles elevados de glucosa dañan los vasos sanguíneos pequeños de los riñones.
En 2024 se completaron dos ensayos clínicos aleatorizados recientes que estudiaron la semaglutida durante tres a cinco años y mostraron que un biomarcador de daño renal (microalbúmina) era menor en los pacientes que tomaban semaglutida. Los pacientes del grupo de semaglutida también tuvieron un menor riesgo de desarrollar insuficiencia renal (24%) y un menor riesgo de muerte (20%) durante el periodo del estudio.
Se sabe que el sistema GLP-1, del que depende la semaglutida para sus efectos, está involucrado en la neurobiología de la adicción. De hecho, en estudios con ratones alimentados con alcohol, la semaglutida redujo el consumo excesivo de alcohol en los roedores.
Ahora, un nuevo estudio de Suecia mostró que las personas con dependencia del alcohol tenían muchas menos probabilidades de ser hospitalizadas debido a enfermedades físicas cuando usaban semaglutida.
Un estudio clínico mostró que los pacientes con enfermedad cardiovascular existente, obesos o con sobrepeso, pero sin diabetes, que tomaron semaglutida durante hasta cuatro años mostraron tasas más bajas de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular durante un período de tres años y medio.
Debido a las propiedades protectoras más amplias de la semaglutida, como sus características antiinflamatorias, se ha estudiado en diversos trastornos pulmonares.
En un modelo de ratón con lesión pulmonar aguda, donde se produce una inflamación descontrolada que conduce a altas tasas de mortalidad, la semaglutida redujo la hinchazón pulmonar, la inflamación, la infiltración de glóbulos blancos y la muerte celular.
También una amplia revisión de 28 estudios clínicos mostró que el tratamiento con semaglutida condujo a una reducción del 18% en el desarrollo de enfermedades respiratorias.