A 123 METROS DE ALTURA
El castillo de Predjama es uno de los monumentos más turísticos de Eslovenia, con la particularidad de que está encaramado en un acantilado de más de 100 metros de altura y que acogió a un ladrón cuya historia es digna de Robin Hood.
A lo largo y ancho de Europa se erigen impresionantes castillos que siglos atrás acogían a las guarniciones, defendían poblaciones o vigilaban el territorio de los enemigos.
Así, nos encontramos con ejemplos únicos en España como el Alcázar de Segovia, el mejor castillo para visitar en nuestro país. Pero estas edificaciones no siempre se construían en un páramo o lo alto de una elevación del terreno, ya que también se las ingeniaban para situarlas en lugares tan fascinantes como en las bocas de las cuevas.
El mejor ejemplo de estos castillos de cueva es el dePredjama, en Eslovenia, cuya cercanía con las cuevas de Postojna lo convierte en un enclave muy transitado. Construido en el siglo XII, pero mencionado por primera vez en 1274, esta maravilla arquitectónica se sitúa al pie de una pared rocosa de 123 metros de altura, lo que lo convierte en el castillo de cueva más grande del mundo y con un diseño estratégico que lo hizo casi inexpugnable.
Junto a ello, cuenta con una red de túneles secretos en su interior que permitieron al barón ladrón Erasmus acometer sus robos al más puro estilo de Robin Hood, donde se ocultaba tras sus asaltos a los comerciantes de las inmediaciones.
Erasmus von Lueg huyó a este catillo tras matar al conde Pappenheim, de la corte imperial de los Habsburgo. Como consecuencia, el emperador Federico III asedió la fortificación, pero éste logró esconderse entre sus túneles.
Como muchos de su tipo, el castillo de Predjama no escatima en leyendas de fantasmas, diciéndose que se escuchan susurros y se ven apariciones entre sus pasillos. A los pies del castillo, actualmente tienen lugar recreaciones de justas medievales y demás festejos con un gran componente histórico.
En 1570 se construyó el castillo actual bajo la fortificación medieval original, manteniéndose desde entonces prácticamente sin cambios estructurales hasta nuestros días.