Extravagantes
Las pinacotecas y museos no son siempre como imaginamos, de hecho, algunos superan la ficción. ¿Te animas a visitar alguno?
Museo Alienígena, Suiza
Su nombre oficial es ‘Museum HR Giger’ y se encuentra en el castillo medieval de St. Germain, en la histórica ciudad amurallada de Gruyères. Está compuesto por las piezas del artista HR Giger, que llama sus creaciones biomecanoides. En este museo podremos ver sus figuras fantásticas, ambientes oscuros e inquietantes. Para los amantes de la ciencia ficción, lo extraterrestre y los efectos especiales, éste puede que sea su museo idóneo.
Museo de la Ventriloquía, Kentucky
En Estados Unidos, les encanta coleccionar cosas curiosas y hasta escalofriantes como este museo de muñecos de ventriloquía. Se llama Vent Haven Museum y fue fundado en 1894. Y es el único en el mundo dedicado al arte de la ventriloquia. Cuenta con varias salas en las que se exhiben famosos muñecos del siglo XX y homenajean a sus ventrílocuos. También hay un espacio reservado para los más creativos.
Museo del Orinal, Ciudad de Rodrigo
La verdad que en España también nos gusta coleccionar cosas peculiares, por si fuera poco, en Ciudad de Rodrigo, Salamanca, está el museo del orinal. Sí, del orinal. Se abrió en 2006 con la misión de hacer un recorrido por la historia de este objeto tan singular. El museo lo integran 1.320 piezas, todas diferentes unas de otras.
Museo del Mal Arte, Boston
En la capital del Estado de Massachusetts el denominado ‘Mal Arte’ tiene su lugar. Los cuadros y piezas de arte que la crítica no considera dignas para museos como el MOMA, son mostradas al mundo en museo como este. De hecho, es conocido como MOBA (Museum of Bad Art). Su colección permanente incluye 600 piezas “arte demasiado malo para ser ignorado”, según Nancy Walkup.
Museo del Cabello, Avanos
Probablemente sea el museo más espeluznante y hasta fetichista que podemos imaginar. En la región de Capadocia, Turquía, famosa por su tradición en la confección de alfombras y la alfarería se creó un museo para albergar una colección de cabellos. Galip Körükü es el hombre que ha abierto este peculiar negocio. Todo empezó en 1979 al pedirle un mechón de pelo a una amiga como recuerdo. Poco a poco fue reuniendo mechones de otras mujeres, porque esta colección es exclusivamente de cabello femenino, ha conseguido cerca de dieciséis mil mechones.
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