FOODIES
¿Fan del dulce y con un viaje pendiente a Bélgica? Te decimos qué no puedes dejar de probar allí.
Bélgica es un país famoso por su chocolate, que seguramente hayas probado alguna vez. Si no lo has hecho, lo más probable es que lo hayas visto en algún supermercado. El chocolate belga es muy conocido alrededor del mundo y se puede degustar incluso fuera del país. Por eso, está claro que en un viaje a este rincón europeo, ningún fan del dulce puede perdérselo.
Además, en Bélgica también son muy típicos los gofres. Pero de nuevo, este alimento también puede comerse en otros puntos del planeta. Así, si bien es cierto que un amante del dulce puede querer probar un delicioso gofre de chocolate belga si viaja a Bruselas, hay otros productos muy comunes allí que quizá tampoco se quiera perder.
Entendemos que si estás leyendo estas líneas es porque tú mismo quieres saber cuáles son esos dulces típicos de Bélgica que tienes que probar sí o sí durante tu próximo viaje más allá del gofre y del chocolate. Pues bien, empezaremos diciéndote que pruebes una mousse de chocolate. Vale, es cierto que volvemos al chocolate belga, pero en esta ocasión no hace falta que entres en una de las muchas chocolaterías del país, pues puedes tomarlo como postre en cualquier restaurante.
En caso de que quieras algo sin chocolate, puedes optar por las galletas Speculaas, que llevan especias tanto dulces como picantes y suelen ir acompañadas normalmente de un café. En España hay alguna marca que las comercializa, aunque lo cierto es que no hay nada como probarlas recién hechas.
Hablando de dulces recién hechos, debes saber que solamente en Bélgica podrás probar los Cuberdons. Puede que los veas con otro nombre, como neuzeke o tsoepke, pero se trata exactamente de lo mismo: de un caramelo triangular y tradicional de Flandes Oriental, normalmente con sabor a frambuesa, que sigue sin traspasar fronteras.
Por último, no podemos olvidarnos del Mattentaart, una tarta regional de la ciudad de Geraardsbergen que en este caso sí se prepara en otros países. No obstante, nada como probarla recién horneada por pasteleros locales, que son quienes tienen la receta tradicional y quienes la preparan con más esmero. ¿Que qué lleva? Hojaldre, leche fresca y almendras, básicamente.