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El puente Oberbaum de Berlín se construyó hace 129 años y tiene mucha historia que contar, pero una de sus grandes curiosidades es que tiene unas luces que representan el juego de "piedra, papel o tijera".
Berlín, la capital de Alemania, es una ciudad con mucha historia y que tiene mucho por visitar, como la Puerta de Brandeburgo, la Catedral de Berlín, el Museo de Pérgamo, el edificio del Reichstag, el monumento del holocausto o la Alexanderplatz, entre otros.
Sin embargo, seguro que hay un lugar del que no has oído mucho hablar. Se trata del puente Oberbaum, un puente de cubierta doble que cruza el río Spree en Berlín, considerado uno de los hitos de la ciudad. Enlaza los distritos de Friedrichshain y Kreuzberg, que estuvieron separados por el Muro de Berlín, y se convirtió en un símbolo importante de la reunificación alemana.
El puente se construyó en 1894 (hace 129 años) y 2 años después se inauguró el cruce elevado, que permitía el paso de vehículos, peatones, ciclistas y hasta trenes. Además, también incorporó un sistema metro elevado en 1902. Durante la Segunda Guerra Mundial una serie de bombardeos dañó la estructura y se intensificó el 13 de agosto de 1961, tras la construcción e inauguración del Muro de Berlín.
Esta enorme pared, que dividió a la capital alemana en Berlín Oeste (República Federal de Alemania) y Berlín Este (República Democrática Alemana), atravesaba, junto al río, una de las siete bóvedas del puente Oberbaum. Por lo tanto, la estructura, que se ideó para unir dos sectores de una misma ciudad, rápidamente se transformó en un paso fronterizo de hormigón.
Tras la caída del Muro de Berlín (en 1989), las autoridades de Alemania iniciaron las obras para reconstruir el puente Oberbaum. Resultó imposible mantener cada detalle original del puente debido al estado de la estructura, pero la apertura al tránsito, peatones y el metro se concretó en 1995.
Se convirtió en una vía muy utilizada y en la actualidad recibe un promedio de 20.000 vehículos cada día, que comparten las instalaciones con un sistema de iluminación que se instaló hace 27 años en el centro del cruce.
Una de las grandes curiosidades de este puente es que dispone de un sistema de iluminación especial, compuesto por tres focos, que representan el clásico juego de "piedra, papel o tijera". Se instaló en 1996, dentro de una iniciativa para marcar los 7 pasos fronterizos que Berlín tuvo entre 1961 y 1989.
El artista berlinés Thorsten Goldberg fue el encargado de diseñar la pieza decorativa del puente y eligió este juego para reflexionar sobre las decisiones tomadas en la ciudad durante ese periodo y hacer entender que se tomaban de forma aleatoria.