Europa
Lorsch es una pequeña localidad medieval a unos 60 kilómetros al sur de Frankfurt, en Hesse. Y guarda uno de los tesoros más importantes del país: la Abadía imperial de Lorsch. Una de las más importantes del Imperio carolingio, y aunque gran parte de sus dependencias están hoy en ruinas, es uno de los edificios prerománicos más importantes de Alemania, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1991, por sus vestigios arquitectónicos y arqueológicos. La puerta carolingia o Königshalle en Lorsch, es una muestra del estilo carolingio tardío, construida probablemente a mediados del siglo IX, bajo el reinado de Luis el Germánico y uno de los vestigios de la arquitectura prerrománica en Alemania, "joya del Renacimiento Carolingio" por sus arcadas, pilastras y medias columnas adosadas. Es la última parte visible del monasterio del complejo monástico carolingio. Aún hoy no se sabe cual era la finalidad de este edificio, es probable que fuera una biblioteca, o una sala de audiencias o salón de actos, los expertos creen que seguramente fuera ambas cosas a la vez. Lo más impresionante es que ha conservado su aspecto original a pesar del paso de los siglos, y recuerda lo que sería la grandeza de esta abadía benedictina. La planta superior, que solo se puede visitar en un tour, muestra algunas pinturas murales muy bien conservadas de diferentes siglos. Este complejo monástico se fundó alrededor del 764, bajo la regencia del rey Pippino III, el padre de Carlomagno, y fue un centro de poder, intelectual y cultural del Sacro Imperio Romano hasta el medievo. En el pasado albergaba una de las mayores bibliotecas de la Edad Media donde se conservaba el denominado Recetario de Lorsch, de finales del siglo VIII, considerado la primera obra de la medicina científica y declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2013 y que hoy se encuentra en en el archivo estatal de Wurzburgo. En la Alta Edad Media, la Abadía de Lorsch, fue el centro de la ciencia de la medicina de la época. Si vas a viajar a Alemania, y estás cerca de Worms, Lorsch es definitivamente un lugar obligatorio al que desviarte. Arquitectura carolingia conservada a la perfección para los amantes del arte y los edificios con mucha historia. No es tan espectacular como la catedral carolingia de Aquisgrán, pero la abadía de Lorsch tiene una larga historia que hay que descubrir, un lugar en el que estuvo el mismisimo Carlomagno, algo de misterio y espiritualidad tendrá, la energía y el halo de romanticismo del pasado.