Un templo muy animal
Nepal es uno de esos rincones del mundo que atrapan, que sorprenden, que enamoran. Si tienes pensado hacer un viaje allí, no puedes perderte Swayambhunath.
Nepal está repleto de lugares maravillosos, sorprendentes, cargados de historia y de arte y empapados en esa esencia que se queda en nosotros. Estamos hablando de uno de los destinos más especiales, más mágicos y más peculiares de nuestro planeta, un rincón del globo que tiene su propia manera de vivir y de entender la vida y que acoge la belleza pura de nuestra naturaleza. Precisamente por esto, se ha convertido en uno de los destinos preferidos de gran parte de los viajeros, un nombre que siempre aparece en nuestra lista de deseos, un imprescindible para todo aquel que ame descubrir y conocer lo nuevo, lo diferente.
Y es que Nepal tiene mucho que conocer y mucho que explorar, como Swayambhunath, también conocido popularmente como el templo de los monos. Se trata de un complejo que ha logrado la fama mundial gracias a su historia y a su incomparable belleza, lo que ha provocado que sea uno de los puntos de mayor interés turístico del país. En pleno valle de Katmandú, en lo alto de una colina, nos encontramos con esta maravilla a la que debemos acceder a través de una escalera con más de 300 escalones. Aunque existen otras maneras de hacerlo, esta es la más recomendable porque es la más auténtica y porque nos permitirá disfrutar de la belleza y la espectacularidad del entorno.
Una vez arriba (y una vez pagada la entrada, algo indispensable para poder recorrer las diferentes edificaciones de Swayambhunath), lo primero que captará nuestra atención será la majestuosa estupa que corona todo el complejo. Con los ojos de Buda vigilando lo que ocurre desde lo alto de la colina, esta es la edificación más importante del lugar, y también todo un símbolo de la religión budista, en el que se guardan importantes reliquias.
En torno a esta imponente estupa, una de las imágenes más captadas del complejo, encontramos templos, santuarios y un monasterio tibetano, acompañados por una biblioteca y un museo. Lugares cargados de historia y de esa esencia única de Nepal, que te robarán el corazón y que, a la vez, te lo llenarán. Un fenómeno curioso que siempre se da en este país, y que nos muestra, una vez más, la enorme magia que lo rodea.
Además de poder explorar estos edificios, conocer su origen y su significado, en Swayambhunath te cruzarás con decenas de puestos de artesanía, con monjes y, por supuesto, con tantos monos como puedas imaginar. La combinación de naturaleza y arquitectura es maravillosa, y estos pequeños animales te conquistarán incluso antes de llegar, pero ya sabes lo que pasa con ellos… Ten cuidado con tus pertenencias y no te encariñes demasiado con ellos, cuando menos lo esperes pueden hacer de las suyas.