DESTINOS HISTÓRICOS
Las históricas ciudades balneario eran algo así como los SPAs de hoy en día y la UNESCO acaba de reconocer su importancia.
Sólo Bath, la mítica ciudad británica famosa por sus balnearios y por ser uno de los destinos turísticos históricos de Europa además de por sus vínculos literarios, estaba reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO; este reconocimiento probablemente no se debió exclusivamente a su importancia como ciudad balneario sino más bien a los magníficos e históricos edificios que se conservan en esta localidad y por supuesto a su historia, una historia ligada al turismo de más alto nivel en Europa cuando viajar era solo el lujo de unos pocos.
El turismo de balneario nació allá por el S.XVIII y se mantuvo vigente hasta la primera mitad del siglo pasado, la consecuencia directa de estos siglos de turismo de balneario fue la aparición de grandes resorts levantados en las zonas de Europa que contaban con manantiales de aguas termales y de agua mineral; estos balnearios fueron algo así como el germen, dicho en el mejor de los sentidos, de las ciudades balnearios porque con ellos llegó el turismo a estas localidades y con el turismo el dinero que se gastaba en casinos, teatros, salas de baile, hoteles, restaurantes...
Bath es el ejemplo perfecto de este tipo de ciudades históricas y ahora ya no está sola como ciudad balneario entre los lugares reconocidos como Patrimonio Mundial por la UNESCO, hasta 10 ciudades balneario más acaban de recibir este mismo reconocimiento; la UNESCO habla ahora de las 11 grandes ciudades balenario de Europa (The Great Spa Towns of Europe) ¿imaginas cuáles son?
Baden bei Wien, en Austria, que pasa por ser el balneario de los emperadores; Spa, en Bélgica, ciudad a la que debemos actualmente el popular uso de la palabra Spa; Frantiskovy Lázne, Karlovy Vary que es el balneario más grande de Europa, y Mariánské Lázne en la República Checa; Vichy en Francia, mandado construir por Napoleón III a imagen y semejanza de la ciudad de París; Bad Ems, Baden-Baden, el balneario de los artistas en la Europa del S.XIX, y Bad Kissingen en Alemania; y Montecatini Terme en Italia.