IRLANDA
Viajamos hasta la ciudad irlandesa de Blarney donde encontramos un castillo verdaderamente impresionante.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Irlanda, concretamente hasta la localidad de Blarney, situada cerca de Cork. Allí encontramos un gran número de construcciones y monumentos verdaderamente sorprendentes y espectaculares, como es el caso del Castillo de Blarney.
Esta edificación fue construida a principios del siglo XIII, pero quedó destruida en el año 1446. Con posterioridad, el Castillo fue reconstruido por Dermot McCarthy, rey de Desmond. Cabe destacar que, en la actualidad, está parcialmente destruido, aunque quedan en pie no solamente la Torre del Homenaje, sino también algunas habitaciones.
En la parte superior de esta impresionante construcción se encuentra la piedra de la elocuencia, también conocida como piedra de Blarney. Todos y cada uno de los visitantes que así lo deseen, tendrán la oportunidad de besar esta piedra por la parte de abajo, quedando suspendido en el vacío. Quien lo logre, obtendrá nada más y nada menos que el don de la elocuencia.
Es importante destacar que, rodeando este Castillo de Blarney, nos podemos encontrar con los jardines, que contienen diversos puntos bastante interesantes, como es el caso de las Wishing Steps, así como el Druid’s Circle y Witch’s Cave. Además, nos podemos topar con la Blarney House, una mansión de estilo señorial escocés que fue reformada en el año 1874 y en la que, desde el siglo XV, reside la familia Colthurst.
Muchas de las personas que deciden visitar esta fortaleza irlandesa, más allá de por dejarse llevar por su encanto, lo hacen por ver y besar la legendaria Piedra de Blarney. Y todo con la firme esperanza de que sus propiedades mágicas le brinden el don de la elocuencia, es decir, el “don de la palabra”.
Como no podía ser de otra forma, esta piedra es protagonista de un gran número de teorías, historias y mitos. De hecho, se ha llegado a decir que se trata de un regalo de la diosa Clíodhna, pero también que es una recompensa por salvar a una bruja que se estaba ahogando. Pero no todo queda ahí, puesto que hay quien piensa que se trata de un pedazo de la “Piedra del destino de Escocia”, que Cormac McCarthy, rey de Munster, llevó a Irlanda a mediados del siglo XV.
Sea como sea, lo que es un hecho es que la Piedra de Blarney, situada en este Castillo, es una de las grandes experiencias a realizar si decides visitar esta zona de Irlanda. Como hemos mencionado, está situada en la parte más alta de la fortaleza, en el muro bajo las almenas. Si quieres besarla, debes inclinarte hacia atrás con ayuda de un guía, mientras te sujetas de las barandillas. ¡Un reto verdaderamente sorprendente y espectacular, qué duda cabe!