CERDEÑA

Catedral de San Nicolás de Sácer: su historia y cuál es el nombre por el que se la conoce popularmente

Viajamos a la bella Italia, concretamente a la isla de Cerdeña, para descubrir la historia que esconde la Catedral de San Nicolás de Sácer.

Catedral de San Nicolás de SácerImagen de Sailko en Wikipedia, licencia: CC BY 3.0

Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Sácer, situado en la isla italiana de Cerdeña. En ese lugar encontramos un gran número de rincones y edificaciones verdaderamente espectaculares que, desde luego, no dejan indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la conocida como Catedral de San Nicolás.

Conocida como “Duomo”, está ubicada en el casco histórico de la ciudad. Se trata de la sede de la cátedra del arzobispado de Sácer y, como su propio nombre indica, está consagrada a Nicolás de Bari. Lejos de que todo quede ahí, cabe destacar que también es considerada como nada más y nada menos que una iglesia parroquial de Sácer.

Catedral de San Nicolás de Sácer, a través de su historia

Para comenzar, debemos tener en cuenta que la existencia de esta Catedral está documentada desde el siglo XII. Además, se sabe que se erigió sobre un templo paleocristiano anterior. Unos restos que, en la actualidad, se pueden apreciar en un lugar muy concreto como es bajo el ábside.

Por si fuera poco, se sabe que en el siglo XIII se reconstruyó siguiendo el estilo románico pisano. Es importante saber que esta iglesia era la única parroquia que había en la ciudad hasta el año 1278, cuando se establecieron otras tantas. Entre los años 1435 y 1518 se llevó a cabo una importante renovación, utilizando el estilo gótico. Fue en el año 1441, y después del traslado de la cátedra de Porto Torres a Sácer, cuando se elevó el rango a Catedral. Entre los siglos XVII y XVIII se construyó la fachada barroca que conocemos en la actualidad.

Interior de la Catedral de San Nicolás de Sácer | Imagen de GSPFD en Wikipedia, licencia: CC BY 4.0
Catedral de San Nicolás de Sácer, a través de sus características

Uno de los elementos que más llama la atención es, sin duda, el imponente campanario al lado izquierdo. No solamente destaca por sus impresionantes arcos colgantes, sino porque es uno de los pocos vestigios de la iglesia primitiva. Justo encima, se encuentra una torre octogonal cuya cúpula se añadió sobre el siglo XVIII.

En cuanto al interior, llama poderosamente la atención la bóveda de crucería. La Catedral en sí cuenta con una nave en forma de cruz latina, perfectamente dividida en dos tramos construidos entre los años 1430 y 1505. En sus laterales hay hasta ocho capillas. A la altura de la última encontramos el púlpito construido en 1840 por Giuseppe Gaggini.

Una de las tantas curiosidades de esta iglesia es que, tras el altar, se encuentra el ábside que está formado, a su vez, por dos salas. La primera es de planta cuadrada y la segunda con planta semicircular. En el ábside hallamos un elemento a destacar, como es el coro de madera realizado en el siglo XVIII por artesanos de la ciudad. Sin duda, una construcción que merece la pena visitar. ¡Y mucho!