FRANCIA
Algunas de las joyas ocultas del país son las más asequibles para los viajeros.
Francia se ha convertido, indiscutiblemente, en uno de los países más turísticos de toda Europa. Y es que, a lo largo de su historia, la cultura, arquitectura, el arte y la gastronomía francesa han hecho del país uno de sus sellos más reconocidos, entre otros. Sin embargo, su coste de vida es moderadamente alto, especialmente, si hablamos de ciudades como París, Marsella o Lyon. Pero, la esencia francesa se extiende más allá de estas regiones, aunque sean de las más visitadas por los turistas. Por ello, realizaremos un pequeño viaje por las ciudades más económicas del país, pero igualmente bellas a su icónica capital.
Situada en la mitad oriental de Francia, Mulhouse es una de las grandes joyas ocultas de Francia. Con más de 120.000 habitantes, destaca por sus museos, modernidad y patrimonio cultural. Debido a su proximidad geográfica con Suiza y Alemania, el lugar presenta una mezcla de culturas y arquitecturas con ambos países. La ciudad destaca también por su arte callejero, su arquitectura con influencias alemanas y su céntrico casco histórico.
Te dejamos algunas de sus visitas imprescindibles:
El Templo San Esteban
Plaza de la Reunión
Museo del automóvil: para los grandes amantes del mundo del motor
Cité du Trian
Capilla de San Juan
La perfecta combinación de historia, arte y comida, la encontrarás en Limoges. La ciudad francesa es reconocida por su famosa porcelana, la cual presenta una de las mejores calidades del mundo. Asimismo, también es conocida por la artesanía del esmalte y vidrieras, y por su rico patrimonio histórico y artístico. Ha sido declarada Ciudad Creativa por la UNESCO, en el 2017, por su creatividad y la forma que tiene de tratar las artes tradicionales. Y es que, Limoges es la capital mundial de las artes del fuego.
Sitios que no te puedes perder:
La estación de Limoges-Bénédictins
Los Salones Centrales
El Barrio del carnicero
El Museo Nacional Adrien Dubouché
La Catedral de Saint-Étienne
El Museo de Bellas Artes de Limoges
Los jardines del obispado
Situada sobre la ribera del Maine, a pocos kilómetros del Loira, se encuentra Angers. La ciudad es conocida por su calidad de vida, su riqueza histórica y sus numerosos espacios verdes. Su historia medieval, repleta de castillos, su gastronomía refinada y sus famosos viñedos han hecho de la región una de las más emblemáticas del país.
Imprescindibles de Angers:
El Castillo fortaleza (s. XIII)
La Galería David de Angers
El museo Jean Lurçat y de la Tapicería Contemporánea
El Parque de recreo del Lago de Maine
Les Basses Vallées Angevines
Navegar por el Loira
Fontaine du Mail
Los amantes del automovilismo no pueden irse de Francia sin haber visitado Le Mans. Y es que, las ‘24 Horas de Le Mans’ es uno de los eventos de motor más prestigiosos del mundo y se celebra en la región de manera anual. Por otro lado, el turista tiene la posibilidad de disfrutar de su rico patrimonio histórico y artístico, incluyendo fortificaciones romanas y una catedral gótica.
No te puedes ir sin ver:
Abadía Notre Dame de la Couture
La playa de la República
El Vieux Mans o Cité Plantagenet
El Palacio del Graba Toire
El Palacio de los Condes de Maine
Iglesia de Saint Benoit
Catedral de Saint Julien
Situada en el suroeste de Francia, a 50 kilómetros de los Pirineos, Pau destaca por la belleza de sus vistas panorámicas, especialmente, desde el Boulevard des Pyrénées. A 120 km del océano Atlántico, el visitante tiene la oportunidad de disfrutar de un ambiente tranquilo, acogedor y con muchos espacios verdes cerca. Asimismo, según citan sus escritos, en la antigüedad atrajo a aristócratas de todo el mundo.
Lugares imprescindibles para ver:
Boulevard de los Pirineos
Catedral de Pau
Museo de Bellas Artes de Pau
Caballeriza Nacional de Pau-Gelos
Palacio de Beaumont
Barrio de Trespoey