NUEVA YORK
La estatua de la libertad es, sin duda, uno de los monumentos más conocidos del mundo. ¿Sabías todos estos datos sobre ella?
Hayas o no hayas estado en Nueva York, habrás escuchado hablar en repetidas ocasiones de la Estatua de la Libertad. La habrás visto en películas, en fotografías y en postales. Pero aunque puedas describirla, estamos convencidos de que hay algunas curiosidades que no sabes sobre este monumento y que quizá quieres saber.
Por ejemplo, ¿sabías que su nombre original es La libertad iluminando el mundo? Pues así es, aunque ahora la conozcamos con un nombre algo más corto. Además de este, otro dato curioso sobre esta escultura es que pese a ser todo un emblema de Nueva York, se construyó en París. Después la desmontaron, la metieron por partes en 214 cajas y la mandaron al continente americano.
Este hecho que acabamos de nombrar se produjo en el año 1885, aunque la Estatua de la Libertad se terminó de construir un año antes, en 1884, ocho años después de que su diseñador Auguste Bartholdi y otros miembros de su equipo empezaran a trabajar en ella en un patio parisino. Como dato curioso, debes saber que su armazón interno fue diseñado por Gustave Eiffel, quien más tarde diseñó la torre parisina que lleva su apellido.
Como decíamos, en 1885 la regalaron a Estados Unidos y entonces, ya allí, se construyó el pedestal en el que se encuentra. Esto es así porque construirla costó tanto dinero que tuvieron que dividir gastos entre Francia y Nueva York; aunque Bartholdi trató de conseguir financiación durante un viaje a Estados Unidos, no lo consiguió. Lo que sí logró fue recibir donanciones de particulares que sirvieron para sacar el proyecto adelante.
Por otro lado, debes saber que la Estatua de la Libertad se inauguró oficialmente el 28 de octubre de 1885 y, desde entonces, cada vez que llega esa fecha celebra su cumpleaños. ¿Sabías que también las esculturas pueden festejar de esta manera?
Tal y como ya sabrás, después de todo lo dicho hasta ahors, la Estatua de la Libertad tiene ya muchos años. ¿Sabías que el color verdoso del monumento se debe a la oxidación que se ha producido en los materiales con el paso del tiempo? No está pintada y este óxido la protege de deteriorarse más. Además, la antorcha brilla porque está recubierta de oro.
Otra curiosidad que quizá no conocías es que hubo un tiempo en que fue más que una estatua. Tanto es así que en 1886 la convirtieron en faro, pero la luz casi no era visible y finalmente, en 1902, rechazaron la que había sido la idea original de su diseñador y la dejaron como un monumento.
Un monumento que, por cierto, no está bien construido: al recolocar las piezas que mandaron en cajas a Nueva York, situaron la cabeza a 60 centímetros de distancia de donde debería estar realmente.
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