CUERNO DE ÁFRICA
La depresión de Danakil, en Etiopía, es uno de los paisajes más inhóspitos del planeta Tierra y, además, de los que se encuentran a mayor temperatura constante. Esto hace que sea casi imposible vivir allí, aunque no solo por una cuestión térmica. También porque es el hogar del cráter del volcán Dallol, una depresión a 48 metros por debajo del nivel del mar que se activó por última vez en 1926 y que desde entonces ha dejado un paisaje tan insólito y bello como peligroso.
Es imposible no maravillarse ante un mar de fuentes termales descargando minerales, salmuera y sales. Sobre todo porque el resultado son pequeñas lagunas de sal en las que los sedimentos han dejado un rastro de un amarillo casi fluorescente, muy vivo, cuando no torna al verde. Si a esto se le añade unas aguas que, según el momento del año, llegan a ser de un azul intenso, el resultado es increíble.
Pero no se trata de un tranquilo manantial, ni mucho menos. El Dallol es uno de los rincones más peligrosos del planeta, pues la disolución líquida de sus manantiales no es de una simple agua mineral, sino que estanca peligrosos ácidos, óxido de hierro, azufre y llanuras de sal. Es decir, una mezcla capaz de descomponer tejidos y que podría ser muy peligrosa, de ahí que todas las precauciones sean pocas en esta zona.
El mayor de los cráteres mide aproximadamente 1,5 por 3 kilómetros, y la última erupción, la de 1926, se dio al suroeste del mismo, en un espacio en el que ahora hay un cráter de 30 metros de ancho, rebosante de aguas salobres. Presas naturales van estancando el agua y diferenciando una fuente de otra, permitiendo también una acumulación de sal que luego es usada en industrias locales. Teniendo en cuenta lo remoto, el calor y el insoportable olor a azufre, es, sin duda, una labor nada envidiable su recogida (de la que se encarga la tribu Afar, de las más pobres y machistas del planeta y donde se trabaja descalzo, a pesar del peligro y de la ausencia de medicinas).
Aunque el Dallol es el volcán más llamativo, no es el único presente en el desierto de Danakil, situado en toda la región del Cuerno de África, y que se extiende por Etiopía, Eritrea y Yibuti. Otros son el Erta Ale, de 613 metros sobre el nivel del mar, o el Dabbahu, de más de 1.440 metros de altura. La región se conoce como 'el infierno en la tierra', y es que las temperaturas alcanzan los 60 ºC en los meses más calurosos. Normal que no haya turistas...