Un lugar espectacular
¿Te imaginas vivir en un pequeño pueblo rodeado de naturaleza? Hasta aquí todo normal. Pero… ¿Y si ese pueblo estuviera en el interior de un volcán? No estamos hablando de ciencia ficción, sino de realidad. Te presentamos Aogashima, un lugar que querrás visitar nada más termines de leer este artículo.
El planeta Tierra está lleno de rincones que parecen sacados de la ciencia ficción. Lugares que jamás imaginaríamos que existen en la vida real y que, sin embargo, tenemos en cierta manera al alcance de nuestras manos. Estamos acostumbrados a apostar por esos destinos que todo el mundo visita, que no dejan de recomendarnos amigos, conocidos e incluso nuestro propio navegador de Internet, pero si abrimos nuestro espectro y nos atrevemos con verdaderas aventuras, nos daremos cuenta de la maravilla que tenemos bajo nuestros pies. Puede que la Tierra haya sido explorada a fondo, pero hay algo que nunca perderá, y es su capacidad de sorprendernos.
En esta ocasión te traemos un ejemplo de lo que hablábamos. Un lugar que parece sacado de una película del Steven Spielberg más fantástico, pero que en realidad se encuentra en medio del Mar de Filipinas. Aogashima es un pueblo que se encuentra en medio de una isla homónima y que forma parte de Japón, situándose a unos 360 kilómetros de Tokio. Hasta aquí todo normal. Lo curioso viene cuando sabemos que la isla no es otra cosa que un cráter de un antiguo volcán que, en teoría, ya no está activo. En el centro de este cráter reconvertido en isla es donde nos encontramos con este maravilloso pueblo, el cual querrás visitar nada más terminar de leer este artículo.
El simple hecho de visitar una aldea que se encuentra en el centro del cráter de un volcán ya es una experiencia que todo el mundo debería vivir al menos una vez en la vida. Lo que se siente al saber que estas en un lugar en el que hace años sólo reinaba la lava y el peligro es algo que no se puede describir con palabras. Pero a esto hay que sumarle la enorme belleza del territorio, en el que la naturaleza es la más absoluta de las protagonistas. Donde un día sólo había muerte (y es que en una ocasión la mitad de la población de la isla pereció por la erupción del volcán), ahora hay vida en forma de una vegetación que te dejará sin habla.
Además, dentro de este gran cráter que es la isla de Aogashima se encuentra otro volcán en el que todavía hay actividad. Una de las principales ofertas del lugar son sus numerosas rutas de senderismo que suelen llevarte precisamente a la cima de este segundo volcán, donde podrás comprobar de primera mano que sigue completamente vivo. Y si lo que buscas es relajación, no te preocupes, también tienes buenas opciones. Las aguas termales, resultado de la actividad volcánica, no faltan en ningún rincón de la isla.
Como ves, un lugar maravilloso, que parece de otro mundo, y que se encuentra en nuestro mismo planeta. Actualmente está habitado por tan solo 175 personas, pero Aogashima ofrece una amplia oferta hotelera y de restauración, además de algún que otro spa. Poco a poco, la isla, a la que sólo se puede acceder en barco y en helicóptero, se está convirtiendo en un destino turístico cuya fama va aumentando, por lo que te recomendamos que la visites cuanto antes. Cuando menos lo esperemos, habrá sido tomada por los turistas.