ESCOCIA
Las calles de Edimburgo no solamente trasladan al viajero a la Edad Media, sino que están repletas de edificios bonitos y callejuelas adoquinadas que descubrir.
Edimburgo es, seguramente, una de las ciudades más encantadoras de Europa. Sus calles transportan a la Edad Media a los viajeros y estos, a cada paso que dan, se encuentran con lugares fascinantes. Museos, edificios históricos, patios. Edimburgo está repleto de sitios emblemáticos y otros que no lo son tanto, pero que de igual modo merecen ser descubiertos.
Por ejemplo, en una visita a la capital de Escocia nadie puede perderse el Castillo de Edimburgo. Está situado en la zona más alta de la ciudad, sobre una roca de origen volcánico, concretamente en la llamada colina Castle Hill. Es una construcción antigua y recibe más visitas que cualquier otro lugar del país. Y no es para menos, claro, pues preside Edimburgo y regala unas vistas de infarto de la ciudad.
Otro lugar imprescindible en cualquier itinerario por la capital escocesa es la Royal Mile. Hablamos ahora de la calle más importante de Edimburgo y de ella debes saber que une el castillo con el Palacio de Holyroodhouse. Está adoquinada y con sus 1,8 kilómetros de longitud atraviesa el casco histórico de la ciudad.
No es de extrañar, entonces, que sea precisamente en la Royal Mile donde se encuentran algunos de los principales atractivos turísticos de Edimburgo. Por ejemplo, pubs tan importantes como el Deacon Brodie 's Tavern. Pero además también hay viejas iglesias y algunos de los edificios históricos que citamos más arriba.
Entre la lista de edificios históricos podemos nombrar la catedral de St. Giles, que data del siglo XII. También el palacio de Holyrood, construido en el mismo siglo y residencia habitual de la reina de Escocia. O Gladstone´s Land, un edificio del año 1550 en cuyo interior hay varias reliquias que merece la pena conocer.
Pero sigamos hablando de calles, pues además de la Royal Mile hay otra calle en Edimburgo que también es muy importante. Se trata de la Victoria Street, colorida y pintoresca, de esas en las que resulta prácticamente imposible soltar la cámara de fotos. Pero hay algo más que debes saber sobre ella: cuentan que J.K Rowling se inspiró en esta calle para inventar el callejón Diagon de Harry Potter.
Por supuesto, además de las calles hay otros lugares importantes que visitar en Edimburgo. Por ejemplo el Museo Nacional de Escocia, un museo de siete plantas considerado el más importante de todo el país. O los Princes Street Gardens, unos jardines del año 1820 que nos llevan de nuevo al castillo, pues están ubicados a los pies del mismo.