América Sur
Prácticamente todo en Brasil es vibrante. São Paulo, su capital, representa a la perfección el ritmo incesante al que vive todo el país, además de ser el claro reflejo de la vitalidad, la energía y el carácter abierto de todos sus habitantes. São Paulo es cosmopolita, una ciudad moderna, de negocios y de nuevas oportunidades, en la que casi todo es posible, siempre y cuando uno tenga buen instinto y también buenos contactos. Más allá del espíritu que se respira a pie de calle, natural y sin artificios, en la ciudad llaman la atención algunos edificios modernos e innovadores que se han tomado grandes licencias creativas para transformar el skyline de la capital. Y así, poco a poco, se ha convertido en la joya de Brasil, en la obra maestra de un país que cada vez atrae a más y más turistas, profesionales e inversores. Uno de estas construcciones es el sorprendente hotel Unique, uno de los proyectos ideados por el arquitecto Ruy Ohtake. Este hotel ofrece a todos sus huéspedes unas vistas panorámicas perfectas de todo São Paulo y, en concreto, del parque Ibirapuera. Sus 5 estrellas le avalan, aunque solo es necesario echar un vistazo a su impactante exterior para tener la certeza de que su interior es aún más sorprendente si cabe. Parece imposible el equilibrio del hotel Unique pero es muy estable, hasta tal punto que la mayoría de los que se alojan en él, no olvidarán nunca la experiencia. Este singular alojamiento que para algunos tiene apariencia de barco, para otros de sandía, está compuesto por 95 habitaciones, diez de ellas suites en las que reina la elegancia. Los muebles modernos están presentes en todas las estancias del hotel, mientras que las vistas, se mire desde la ventana que se mire, bien sea pasillo, habitación o espacio común, son insuperables. Todas las habitaciones tienen bañera de hidromasaje y artículos de baño de la firma Bvlgari, solo un ejemplo más de hasta qué punto en el hotel Unique se cuidan los detalles. La conexión wifi, la televisión por cable y el DVD se dan por supuestos, y convierten las habitaciones en lugares pensados para disfrutar de cada instante con todas las comodidades al alcance. Minimalista y estimulante, el hotel ha sido diseñado para sorprender a sus clientes con formas y colores y también con su original concepto. Casi parece que es un gran barco encallado en medio de un enorme jardín de césped, piedras y arena. Aproximadamente tiene unas dimensiones de 100 metros de largo y 25 metros de alto, con una fachada repleta de pequeñas ventanas redondas. Las habitaciones prescinden de las líneas rectas, utilizando siempre ángulos curvos que dan una sensación de infinito. En su azotea al atardecer se reúnen aquellos que quieren disfrutar de una copa o un refresco en su elegante y moderno bar, o bien los que han reservado una mesa dispuestos a degustar la carta de su restaurante. Este recibe el nombre de Skye y propone platos elaborados con ingredientes tradicionales y recetas contemporáneas. La música chill out y la decoración de diseño se encargan de crear un ambiente relajado y muy apetecible. Unas plantas más abajo, en el vestíbulo del hotel, hay un bar en el que se pueden probar cócteles y otras bebidas exóticas típicas del país. También en la azotea se encuentra la piscina. El hotel Unique tiene biblioteca con libros de diseño, arte y fotografía, gimnasio, piscina climatizada, aparcamiento y algunos jardines verticales. Madera, vidrio, hormigón, cobre y mucho ingenio, esos son los ingredientes del éxito de este hotel. O, al menos, los que se pueden desvelar, el resto hay que descubrirlos.