OCEANÍA
Si Rotorua es famosa por algo, es por su actividad volcánica y sus aguas termales.
Son muchos los adjetivos que utilizamos a menudo para definir los destinos que visitamos. Las ciudades, por ejemplo, pueden ser grandes y pequeñas, monumentales, bulliciosas, coquetas, acogedoras, modernas o históricas. También tranquilas o ruidosas, turísticas, antiguas o modernas. El listado es infinito, aunque hay una palabra que normalmente no aparecería en él: humeante. Y es precisamente una de las que mejor describe a la ciudad que protagoniza estas líneas: Rotorua.
Para empezar a hablar de ella, no obstante, lo primero que tenemos que hacer es situarla en el mapa. Y para ello tendremos que buscar en él Nueva Zelanda, pues es precisamente en el corazón de su Isla Norte donde se encuentra esta ciudad cuya tierra hierve.
Que Rotorua sea conocida como la ciudad humeante, debes saber, no es un hecho aleatorio. Lo cierto es que si es famosa por algo es por su actividad volcánica y sus aguas termales. Así, te puedes imaginar que hablamos de un destino repleto de naturaleza; allí hay energía geotérmica, barro hirviente y géiseres, además de olor a azufre por todas partes.
Situada sobre una de las áreas geotérmicas más activas del mundo, esta ciudad de Nueva Zelanda muestra al viajero, en cada paso que da, su actividad volcánica. Los turistas se encuentran a menudo con fumarolas que brotan del suelo, lagunas de agua hirviendo y géiseres que disparan el agua hacia el cielo con chorros de más de 30 metros. No obstante, pese a que hay muchos, si decides visitar Rotorua, uno de los lugares que no puedes perderte es el Géiser Photu, que lanza agua a toda velocidad varias veces cada día.
Además, también son de visita obligatoria sus aguas termales, a las que se les atribuyen propiedades curativas. Es el caso de las de Hell's Gate o Wai-O-Tapu, siempre repletas no solo de viajeros, sino también de locales que acuden a ellas en busca de un rato de relajación.
Por si todo esto fuera poco, tienes que saber que Rotorua es mucho más que una ciudad humeante. Es también un centro cultural maorí, pues está repleta de rincones en los que descubrir su tradición y espiritualidad, como Te Puia o Mitai Village. Así que si quieres descubrir las danzas tradicionales maoríes o conocer de primera mano ceremonias como el haka, no dudes en añadirlos a tu itinerario.