Europa
Praga tiene una historia tan completa que abarca varios periodos muy distintos, desde la época del Sacro Imperio Romano Germánico, hasta la monarquía de los Habsburgo que reinó casi 400 años, pasando por la Primera República, el Protectorado alemán de Bohemia y Moravia, el comunismo y la actual República Checa Democrática. La llamada ciudad de las cien torres tiene muchas caras, es decisión del turista elegir cuál de ellas quiere disfrutar con mayor intensidad. Aunque, en la mayoría de ocasiones, resulta muy complicado quedarse con solo una de ellas, porque Praga es intensa y misteriosa, una ciudad de leyendas. Atravesada por el río Moldava, la capital de la República Checa tiene una mezcla de estilos arquitectónicos única, desde el románico al barroco, pasando por el gótico y el estilo renacentista que, sobre todo, han dejado sus señas de identidad en las más de 200 iglesias y monasterios dispersos por toda la ciudad. Esta es la ciudad que vio nacer e inspiró a personajes como el escritor Franz Kafka, el artista representante del art nouveau Alfons Mucha o el poeta Rainer Maria Rilke. El centro histórico de Praga fue declarado en el año 1992 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en parte por su belleza y también por su altísimo valor histórico. La ciudad esconde innumerables secretos en cada uno de sus rincones, que solo se van desvelando a medida que se conoce cada barrio. Cruzar el Puente de Carlos, pedir un deseo en él, contemplar cómo permanece casi intacto el Castillo de Praga, caminar por las estrechas calles empedradas de la Ciudad Vieja o subir a parte de sus 100 torres para comparar las vistas desde cada una de ellas. Praga tiene un encanto que solo se logra capturar a través de recuerdos.