TEMPLOS DE HISTORIA Y FE
Coincidiendo con el viaje del papa Francisco al país azteca, repasamos algunas de las catedrales más impresionantes de México. En ellas, arte colonial y belleza se unen a una arquitectura colosal, única en América Latina.
Estos días, México se convierte en el centro de todas las miradas del mundo católico. Y todo porque el papa Francisco se encuentra allí, hasta el próximo miércoles, en una de las visitas pastorales más esperadas de su pontificado. Serán más de 2 millones de personas las que se espera que congregue el pontífice en sus diferentes actos y misas, en los cuales se pondrá sobre la mesa el interesante potencial de México como destino para el turismo religioso.
El país azteca cuenta con uno de los santuarios dedicados a la fe católica más importantes del mundo: la Basílica de Guadalupe, pero también otros muchos templos que bien merecen una visita. Es por ello que la visita del papa quiere servir como revulsivo para dar a conocer, entre otros lugares, las grandiosas catedrales que hay edificadas por todo México, de norte a sur. Son templos en los que arquitectura, arte e historia se unen para permitir experiencias hermosas, con más o menos misticismo, pero sí cargadas de belleza monumental.
Hemos seleccionado cinco de las que no deberían dejar de conocerse. Un quinteto de catedrales que no pasan desapercibidas ni en sus ciudades respectivas ni en el universo católico de Latinoamérica.
1. Catedral Metropolitana de Ciudad de México. En la capital del país, se considera como uno de los edificios más importantes del arte hispanoamericano. Localizada en el centro histórico de la ciudad, más concretamente en la plaza de la Constitución, dispone de 16 capillas y una cúpula de 60 metros de altura. Se levanta donde antes se encontraba un templo dedicado al sol. El conquistador Hernán Cortés la mandó a construir aprovechando materiales de los templos aztecas de la región. Algunos de sus elementos más importantes son el campanario, el Altar del Perdón, la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe y el Altar de los Reyes. Este último es obra de Jerónimo de Balbás, autor del desaparecido Altar Mayor de la Capilla del Sagrario de la Catedral de Sevilla.
2. Catedral de Zacatecas. La de Zacatecas sobresale con elegancia entre los edificios del centro histórico de la ciudad. Se trata de uno de los tesoros coloniales mexicanos más imponentes que se conservan. Construida entre 1707 y 1752, está edificada en cantera rosa y es uno de los mejores ejemplos del estilo que hoy se conoce como Barroco Mexicano. Cuenta con tres fachadas, pero la más impactante es la principal, que muestra un gran número de columnas en varios niveles y una gran cantidad de ornamentaciones labradas en piedra. A su lado izquierdo se encuentra la Plaza de Armas, que data del siglo XVIII.
3. Catedral de Cuernavaca. En el Estado de Morelos, se encuentra a unos metros del Palacio Cortés. Coincide con el convento de la fundación franciscana en México, establecida en 1525 por los doce primeros frailes franciscanos que llegaron al país. En cada muro pueden verse pinturas del siglo XVII de gran riqueza artística e histórica, por ejemplo una antigua representación de la orden rumbo a Japón para ofrecer su ayuda durante una peste en el lejano oriente. En el pie de la torre se sitúa un reloj originalmente colocado en la catedral de Segovia, que fue regalado por Carlos I a Hernán Cortés en el siglo XVI. Dentro del complejo conventual, la capilla abierta de San José es una de las más antiguas de América Latina. La catedral de Cuernavaca forma parte de los primeros monasterios del siglo XVI en las faldas del Popocatépetl, reconocidos Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
4. Catedral Basílica de Mazatlán. Con un llamativo color, en la Plazuela de la República se encuentra la majestuosa catedral de la Inmaculada Concepción, un emblema de la ciudad de Mazatlán, en Sinaloa. Erigida a finales del siglo XIX, el edificio alberga un altar dorado triple con murales de ángeles. La portada consta de tres arcos ojivales de fuerte carácter neogótico. Además de estos elementos, el interior del edificio también tiene influencia neoclásica. Como dato curioso, una de las personas que más contribuyó económicamente a su construcción fue Pedro Echeguren y de la Quintana, natural de San Sebastián.
5. Catedral de Santiago. La Catedral de Saltillo, conocida como Catedral de Santiago, es el símbolo de la ciudad. Su fachada es de estilo barroco y destaca por su impresionante color claro. Es la catedral más alta del norte de México y su torre es de finales del siglo XIX. Mide 81 metros de altura y se puede ver en toda la ciudad. La Catedral guarda bellísimos objetos de arte sacro trabajados en plata, como el célebre frontal del altar de San José.
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