Turismo gastronómico
Todo amante de los dulces sabe de la existencia de los famosos pastelitos de Belém. Se trata de una de las especialidades que nos regala Portugal, cuya fama recorre un rincón nuevo con el paso de los días.
Para aquél que aún no ha tenido el placer de saborear esta delicia, se trata de un pastelito de crema y hojaldre. Parece simple, ¿verdad? Pues lo cierto es que nunca podrás elaborarlo con su receta original, ya que no ha sido desvelada en casi 200 años.
Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando el Monasterio de los Jerónimos de Belém (Lisboa) cerró sus puertas tras la revolución liberal y su panadero comenzó a elaborar estos dulces. Pero este decidió vender la receta a Domingos Rafael Alves, un empresario portugués que pronto los puso a la venta.
Años más tarde, continuó su negocio en la famosa Casa Pastéis de Belém, la archiconocida pastelería que protagoniza largas colas a cualquier hora del día durante las 365 jornadas que tiene un año. De hecho, este local aún pertenece a la familia Alves, la cual se encarga de vender hasta 50.000 unidades de pastelitos en sus mejores días.
Para los amantes del dulce, los pastéis de Belém pueden ir acompañados de azúcar, canela en polvo o, por el contrario, pueden servirse sin topping.
Como curiosidad, mientras que la Tarta de Santiago representó a España, este dulce típico portugués llevó su bandera al Café Europe, una iniciativa cultural de la Unión Europea que tuvo lugar en 2006.
Pastelitos de Belém, pastéis de Belém o dan ta. China cayó rendida ante la exquisitez de nuestros pequeños protagonistas y decidió otorgarles este nombre que hoy forma parte del menú que ofrece McDonalds. Así es. Pastelitos de Belém en un McDonalds.
Y tú, ¿ya los has probado?