SEVILLA
Viajamos a Andalucía, concretamente hasta la provincia de Sevilla, para conocer el origen del Molino del Algarrobo.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la provincia de Sevilla, concretamente hasta Alcalá de Guadaíra. Allí, como no podía ser de otra manera, encontramos un gran número de construcciones, monumentos y rincones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo es el conocido como Molino del Algarrobo.
Se trata de un espectacular molino que forma parte de los llamados “molinos de río” que podemos encontrar en el marco de la ribera urbana del Guadaíra. Si nos ceñimos al ámbito tecnológico, debemos tener en cuenta que se trata de nada más y nada menos que un molino de rodezno, en el que el agua represada mediante un azud acaba convergiendo en los llamados “cubos”, dentro de los cuales se podían encontrar esos rodeznos que hacían la vez de ruedas hidráulicas por las que se conseguía mover las piedras que molían el grano.
Es importante tener en cuenta que no existe ningún tipo de referencia documental respecto al Molino del Algarrobo que sea anterior al siglo XV. Por aquel entonces, gracias a un documento, se ha podido saber que era propiedad del monasterio de San Jerónimo de Buenavista, ubicado en Sevilla.
Por lo tanto, la parte más antigua de este molino es la torre que, por su tipología constructiva, está fechada en el siglo XIV. Durante la Edad Moderna se erigieron las conocidas como salas de molienda, que sustituían a las originales que quedaron destruidas como consecuencia de, a buen seguro, una crecida del río. Sea como sea, el edificio que podemos visitar en la actualidad se construyó a partir de una imponente torre, de planta cuadrada, que está coronada con una azotea almenada.
Uno de los detalles más curiosos que tiene este Molino del Algarrobo es su decoración, que cuenta incisiones y espigados que todavía pueden verse en la fachada oriental de la principal sala de molienda. Destaca, a su vez, el porche que se erigió en el siglo XIX, siendo uno de los últimos añadidos que se ha hecho a esta construcción.
El paso del tiempo hizo de las suyas y, poco a poco, el Molino del Algarrobo fue experimentando un proceso de abandono. Es por eso que en 2003 se decidió someterlo a un meticuloso proceso de recuperación. El objetivo era claro, mantener todos y cada uno de los elementos de esa construcción original. Hablamos desde la torre hasta las salas de molienda, pasando por ese curioso zócalo rojo que hay en el porche. Estamos, sin lugar a dudas, ante una de las obras más curiosas, significativas y sorprendentes que podemos encontrar en Alcalá de Guadaíra, municipio que podemos encontrar en la provincia andaluza de Sevilla. ¡No te dejará indiferente!