SEGOVIA
Viajamos hasta Segovia para conocer la sorprendente historia que esconde el conocido Palacio del Marqués del Arco.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Segovia. En esta ciudad, situada en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, encontramos un gran número de construcciones, rincones y monumentos verdaderamente espectaculares y de ensueño. ¡No es para menos!
Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en el conocido como Palacio del Marqués del Arco. Esta construcción data del siglo XVI y, poco a poco y con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las más conocidas, significativas y visitadas de la ciudad.
Para comenzar, debemos tener en cuenta que no se sabe con exactitud la fecha concreta en la que comenzaron las obras de este palacio. A pesar de todo, sí que hay una estimación y es entre los años 1530 y 1550. En ocasiones, la autoría de esta edificación ha sido atribuida a nada más y nada menos que Rodrigo Gil de Hontañón.
Entre otras cuestiones, cabe destacar que el Rey Felipe II decidió expropiar este palacio con el objetivo de regalárselo al Cardenal Espinosa en el año 1567. Un tiempo después, concretamente en 1572, éste da el paso de venderlo, y lo hace a la familia Márquez de Prado.
Pero, para conocer la historia tras el curioso nombre de este palacio, debemos viajar hasta 1687. Por aquel entonces, a don Gaspar José Márquez de Prado y Bracamonte se le concedió nada más y nada menos que el título de Marqués del Arco. Desde ese momento, esta construcción pasó a ser denominada con este nombre.
Estamos ante una edificación que forma parte de esos palacios renacentistas tan espectaculares que podemos encontrar en Segovia. En este caso, el del Marqués del Arco cuenta con una planta baja y una principal, pero también otras dos plantas a modo de sótano.
Entre sus numerosos elementos característicos encontramos la fachada de granito, de estilo plateresco, ubicada en la Calle del Marqués del Arco. No solamente cuenta con tres ventanas en la planta baja, sino también tres balcones en la planta alta y la puerta de entrada. ¡Cuentan con una enorme belleza!
No podemos dejar de mencionar su magnífico patio de estilo plateresco y que está porticado en tres de sus lados. Las galerías porticadas, cuentan con una decoración verdaderamente espectacular. Estamos hablando, cómo no, de esos dieciséis medallones en los que están representados nada más y nada menos que numerosos hombres ilustres. Entre otros elementos, hay uno que merece especial atención: su escalera. Es tan sumamente peculiar y está tan bien conservada que, inevitablemente, llama poderosamente la atención. ¡Y no es para menos!
Por lo tanto, si estás pensando en poner rumbo a la ciudad de Segovia, no dejes pasar la oportunidad de acercarte hasta la Calle Marqués del Arco para poder ver, en primera persona, este Palacio con tanto encanto y, sobre todo, con tanta historia tras sus paredes. ¡Estamos convencidos de que te sorprenderá!