Centímetros Cúbicos
¿Qué ha llevado a McLaren a poner el apellido de un piloto a su mejor coche? Simplemente Senna
Ayrton estaba tanteando el terreno, y vio que el equipo era competitivo. Así que dejó bastante claro que le gustaría unirse. Por aquel entonces Ayrton estaba viviendo en una casa de alquiler en Esther, no muy lejos de aquí, de Woking, así que casi todas las reuniones tuvieron lugar en su casa. Cuando ya casi habíamos terminado de negociar el contrato, empezamos a discrepar sobre las cifras. Estaba claro que iba a pilotar nuestro coche y que no le dejaríamos escapar, pero no había forma de ponerse de acuerdo sobre el dinero.
Estábamos negociando sobre medio millón de dólares, y se me ocurrió la idea de tirar una moneda al aire para decidir. Pero el inglés de Ayrton no era tan bueno por aquel entonces, así que sólo tuvimos una conversación de 5 minutos sobre los detalles. Tuve que hacer dibujos en un papel. Sólo quería encontrar un modo de avanzar. Así que tiramos la moneda al aire, que empezó a girar. Aterrizó y salió disparada como un cohete. Se oía por detrás de las cortinas, las retiré y, ¡gané la apuesta! En ese momento, ninguno de los dos se dio cuenta de que habíamos echado una moneda al aire para un contrato de 3 años, así que el resultado neto fue de 1,5 millones de dólares.
Ni Dennis, ni el propio Prost podían imaginar por aquel entonces que el salto de calidad de Senna sería fugaz en sólo unos meses. La llegada del carioca ayudó a McLaren a recuperar el cetro mundial, acumulando el equipo 15 victorias de 16 posibles en ese primer año juntos. Sólo se les escaparía el Gran Premio de Italia, el cual sería para Gerhard Berger y Ferrari. Sería Senna el que haría valer su espectacular rendimiento en la lucha por las poles para llevarse su primer título de Campeón del Mundo. Serían ocho victorias de Ayrton por las siete de Alain. Prost ya era consciente para aquel entonces de que tenía a su principal rival en el mismo box, algo que deparó un año 1989 con muchos roces entre los dos pilotos de McLaren. Prost se alzaría con su tercer Campeonato Mundial tras un polémico encontronazo entre ambos en el Gran Premio de Japón. El choque dejó al galo fuera de carrera, mientras que Ayrton pudo seguir en carrera, cambiar el alerón delantero dañado en boxes y volver para terminar primero. Los comisarios decidirían la exclusión finalmente de Senna, algo que le daba a la postre el título a un Prost que decidía dejar McLaren para fichar por Ferrari. En esos momentos Ayrton tenía vía libre para ser leyenda en el equipo/fabricante de las islas y la llegada de Berger ayudó a mejorar el ambiente dentro del equipo con el peculiar humor del austriaco. En aquellas seis temporadas, Senna disputó un total de 96 grandes premios, acumulando 35 victorias de las 41 que consiguió en su carrera, anotándose otros dos títulos más de Campeón del Mundo, en 1990 y 1991. El cambio al motor Peugeot de fábrica no llegaría a tiempo, habiéndose comprometido ya por aquel entonces el piloto paulista con Williams. Abandonaba una McLaren que quedaba herida de gravedad, algo que les llevó a tener una sequía entre 1994 y 1996 mientras lloraba la ausencia del desaparecido Senna y a la espera de la llegada de Mercedes y Mika Häkkinen. Con motivo del 20 aniversario de su fallecimiento, Ron Dennis fue preguntado sobre las razones que llevaban a la gente a decir que Ayrton era el mejor piloto de la historia de la Fórmula 1. Las palabras del británico, en la actualidad relegado de su cargo en McLaren y posiblemente la persona en el Gran Circo que mejor conoció a Senna, revelan las razones que ha llevado al fabricante a crear este hiperdeportivo en su honor:Creo que es porque fue tan bueno durante todo el tiempo que estuvo en este planeta. No encuentro nada positivo al hecho de que tuviera un accidente y perdiera la vida, pero esto significa que no se pudo ver su declive. Otros pilotos se quedan en el mundo del deporte durante demasiado tiempo y poco a poco manchan su excelencia. También creo que se le recuerda porque era tan competitivo. Era genial, pero también tenía buenas cualidades humanas. Tuvo algunos deslices en su vida, pero era un hombre de principios. Y era un buen ser humano.