FERRARI CORRE EN CASA
Monza vivirá este domingo, 3 de septiembre, la decimocuarta carrera de F1 2023. Un GP de Italia que se presenta con los ánimos por todo lo alto después de lo ocurrido en Zandvoort y con Max Verstappen 'amenazado' con la maldición del circuito italiano.
Un duelo a más de 300 kilómetros por hora. Esto es lo que nos deparará el Gran Premio de Italia. Un fin de semana que se afronta con las revoluciones al máximo después de vivir una de las mejores carreras de los últimos años en suelo neerlandés. La pasada cita dejó el mismo resultado de siempre, Max Verstappen primero. Sin embargo, las sensaciones fueron diferentes en un trazado donde se vieron hasta 186 adelantamientos, todo un récord histórico en la Fórmula 1. Esta decimocuarta ronda del calendario traerá consigo unas batallas de alta velocidad.
El Autodromo Nazionale di Monza, también conocido como el 'Templo de la Velocidad', es un circuito situado en la región de Lombardía. Desde que Giuseppe Farina se subió a lo más alto del podio con su Alfa Romeo en 1950, el GP de Italia se ha disputada de manera ininterrumpida. Todos y cada uno de ellos, salvo el de 1980 por reformas, en el trazado de Monza. Este circuito es el más rápido de todo el calendario con una velocidad media de 248 km/h y una punta de 372 km/h alcanzada por Juan Pablo Montoya en los entrenamientos de 2005.
A causa de esa necesidad imperiosa de tener unos monoplazas que busquen su límite en cuestiones de velocidad, las alas traseras que introducirán los equipos serán de baja carga aerodinámica. En el primer sector los pilotos deberán enfrentarse a dos importantes rectas y a una chicane que les obligará a forzar los frenos al tener que bajar de los 300 km/h a los 75 km/h. El segundo, por su parte, inicia con otra exigente chicane que da paso a una recta y, después a dos curvas rápidas donde no se baja de los 180 km/h. En el tercer y último sector la variante Ascari, una chicane especialmente rápida, precederá a la undécima y última curva del circuito, la Parabólica.
Las claves de este GP de Italia serán la velocidad punta, la frenada y la carga aerodinámica que sea capaz de generar el monoplaza por sí mismo. En Monza, un coche rápido es vital para poder tener aspiraciones a podio. Para ello, la gran mayoría de los equipos cargarán unos alerones traseros con una configuración de baja carga aerodinámica que permita a los pilotos exprimir al límite su coche. Sin embargo, los frenos también destacan como elemento importante, ya que dos de las tres chicanes exigirán a los competidores reducir rápidamente su velocidad para encarar de forma óptima la curva. El tercer elemento fundamental es la carga aerodinámica, puesto que esta posibilita una mejor tracción que derive en afrontar las rectas de manera más rápida.
Los neumáticos seleccionados para esta cita son los más blandos de toda la gama de Pirelli, es decir, C-3, C-4 y C-5. Unos compuestos que generarán ciertas dudas en el número de entradas a boxes puesto que los equipos desconocen cómo funcionará la gama más blanda de las tres mencionadas en este circuito. El año pasado, la estrategia ganadora fue de dos paradas y la gran mayoría de pilotos optó por salir con medios.
Sin embargo, este fin de semana volverá el caos del formato 'ATA' en la sesión de clasificación. Un sistema con el que muchos de los competidores se han mostrado en desacuerdo al considerar que reduce el espectáculo al verse obligados a reservar neumáticos para la sesión que decide la parrilla de salida. Esta Asignación Alternativa de Neumáticos ya dejó en Hungría sorpresas como la eliminación de Russell en Q3 o la de Carlos Sainz en Q2.
El máximo favorito vuelve a ser el mismo de siempre, Red Bull. Más concretamente Max Verstappen, quien ya ganó el año pasado. Aunque esta temporada el neerlandés deberá hacer frente a una maldición que se lleva repitiendo durante cuatro años. Y es que el piloto que se alza con la victoria, al año siguiente acaba en el muro. No obstante, se espera que el actual líder del mundial alcance su décima victoria consecutiva erigiéndose como piloto con más triunfos seguidos en la historia de la Fórmula 1. El año pasado los austríacos optaron por un ala de alta carga, lo que les dio una gran ventaja en las curvas y tracciones, puesto que veían que su monoplaza era capaz de generar una gran velocidad.
Si hay un equipo que se muestra optimista de cara a este fin de semana ese es Aston Martin. Después de ver cómo las mejoras de Zandvoort funcionaron, los de Silverstone no se detiene en su empeño por mejorar y traerán más modificaciones para Italia. El DRS será el nuevo elemento a retocar con el fin de acercarse a sus rivales. Otro de los aspectos que podrá comprobar la escudería británica es si su monoplaza es capaz de generar esa gran cantidad carga aerodinámica por sí solo, lo que les daría cierta ventaja en las curvas, o se debe a la configuración del ala trasera.
Ferrari corre en casa. Los italianos saben que en Monza tienen una de las principales opciones, y obligaciones, de victoria de toda la temporada. El SF-23 es un monoplaza que alcanza una gran punta de velocidad pero que sufre en exceso en las curvas. Aún así, los de Frédéric Vasseur son los principales favoritos para llevarse la pole position en caso de que Red Bull opte por la misma estrategia que el año pasado.
Mercedes y McLaren son, en primera instancia, los dos equipos que deberían disputarse las posiciones de podio que dejen Checo Pérez y Max Verstappen. Ambos equipos han demostrado funcionar muy bien en circuitos con curvas de alta y media velocidad, sobre todo los de Woking. Ingleses y alemanes tratarán de redimirse tras un GP de Países Bajos donde no obtuvieron los resultados esperados.
En Monza se respira Fórmula 1 y el Gran Premio de Italia promete emociones fuertes. Aún más si cabe si tenemos en cuenta que la gran mayoría de equipos están al límite de sufrir sanciones que trastocarán sus posiciones de parrilla. ¿Conseguirá Max Verstappen su décima victoria consecutiva o seguirá la maldición y se irá contra el muro? ¿Quiénes ocuparán las posiciones de podio? ¿Será el circuito italiano el resurgir de Ferrari?