Tras un 2004 en el que Sébastien Loeb firmó su primer título en el Campeonato del Mundo de Rallies, pocos esperaban que la disciplina entrara entonces en un periodo de dominación que vería al francés campar a sus anchas como nadie lo había hecho antes. Cuando el WRC llegó al Rally de Australia de 2005 para la última prueba del año, Loeb era campeón de nuevo y lo había logrado con una amplia ventaja. El campeonato tendría entonces como principal aliciente la lucha por el subcampeonato entre dos antiguos campeones, Petter Solberg y Marcus Grönholm. La lucha entre ambos era lo suficientemente cerrada con dos pilotos que solían rendir bien sobre la tierra como para que fuera la gran atracción del fin de semana. El evento comenzó con Solberg en cabeza pero poco después saltaba la sorpresa con un Chris Atkinson que en su prueba de casa quería lucirse. El australiano consiguió tomar el liderato aunque desafortunadamente para él, un mal tramo en la séptima especial le hizo perder más de 40 segundos y la cabeza del rally. En la octava especial, "Super Seb" Loeb pasó a la acción y tomó el mando aunque para mayor sorpresa incluso, en la novena sufrió un accidente y tuvo que retirarse. Esto dejaba el liderato del primer día a un Solberg que estaba encantado. Sobre todo con un Grönholm que se había retirado en la octava especial con problemas mecánicos.
La mañana del segundo día comenzó bien para Solberg pero tras un par de tramos, su motor dijo basta, obligándole a retirarse... aunque con el subcampeonato en el bolsillo puesto que el desempate con Grönholm le era favorable. De esta forma saltaba a la palestra François Duval, el joven belga que había revolucionado la escuadra de Citroën Sport... en el mal sentido de la palabra. Duval había llegado con la fama de ser rápido pero errático y en Citroën esperaban que pudiera corregir sus malos hábitos. No fue así y de hecho Duval se perdió tanto durante la temporada que la marca francesa llegó incluso a bajarle por un par de rallies en los que volvió por última vez al mundial Carlos Sainz -llegando incluso a subirse al podio-. Duval había vuelto algo más tranquilo pero mientras Loeb ganaba continuamente, el belga apenas conseguía tres podios. Ahora en Australia lo tenía todo de cara para por lo menos terminar el año a lo grande. Sus rivales eran Harri Rovanperä con el poco competitivo Mitsubishi Lancer y un sorprendente Colin McRae, tercero como invitado en un Škoda Fabia. A lo largo del segundo día, Duval consiguió ampliar la ventaja sobre sus perseguidores de quince segundos a veintiocho. No era una enorme distancia para empezar el último día pero sí le daba unas ciertas garantías. Mientras tanto, su perseguidor más inmediato ya no era Rovanperä sino un McRae que estaba decidido a conseguir el segundo podio de la marca en el WRC, además de firmar el mejor resultado tanto del Fabia como de Škoda en general. Pero la historia no tenía ese podio en sus planes.
McRae no empezó el tercer día inspirado y en tan solo dos tramos ya había perdido el tercer puesto -mientras Duval expandía su ventaja aún más-. Finalmente, en el vigésimo cuarto tramo del rally a tan solo dos del final, McRae llegó tan tarde al control debido a los intentos de reparación de su embrague que quedó fuera de la prueba. Rovanperä afirmó que no creía ser capaz de parar al encendido escocés pero con McRae fuera de combate, el piloto de Mitsubishi quedó aliviado. De esta forma, Duval obtuvo una victoria que debía ser crucial para su carrera deportiva pero que no impidió que Citroën prescindiera de sus servicios para la temporada 2006. Quizás animado por la actuación de McRae, recaló en Škoda pero los resultados no llegaron. No fue hasta su retorno a Citroën y al Xsara a través del equipo privado Kronos en 2007, cuando volvió a subirse al podio. En 2008 aún consiguió participar en varios eventos a bordo de un Ford Focus que le llevó al tercer puesto dos últimas veces. En cuanto al Rally Australia de 2005, el podio ese día lo completaron un encantado Harri Rovanperä que por última vez finalizó una prueba del mundial entre los tres primeros y Manfred Stohl. Chris Atkinson consiguió ser cuarto en su cita de casa mientras en los puntos consiguió colarse con un séptimo puesto el catalán Dani Sola con un Ford Focus. Eran sus primeros puntos del año en la que desafortunadamente fue su última aparición con un WRC, dejando las pruebas del Campeonato del Mundo.