Ya sabes que el segmento de los compactos es uno de los más importantes en Europa. El representante de
Citroën para esta categoría es el C4,
un hatchback de cinco puertas que está presente en el mercado desde el año 2010, si bien en los primeros meses del 2015 recibió un ligero lavado de cara. El C4 comercializado actualmente se caracteriza por
una calidad de realización notable, haciendo uso de materiales muy agradables al tacto y vistosos. Son acolchados en las zonas superiores del salpicadero y las puertas mientras que los inferiores son duros pero presentan buen aspecto, transmitiendo solidez.
Los ajustes también están a buen nivel.
Cuando llegó al mercado el C4 destacó por las muchas posibilidades de equipamiento que lo situaban como una de las alternativas más completas. Entre los elementos más destacables hay que citar
la alerta de objetos en ángulo muerto, asientos con masaje, faros bi-xenón direccionales, detector de cambio de carril involuntario o la instrumentación configurable. Con la última actualización la conectividad ha dado un paso adelante.
Pueden incluir una pantalla táctil de siete pulgadas con acceso a aplicaciones y, en las versiones más equipadas, con navegador integrado. No faltan tampoco el bluetooth, puerto USB y la cámara de visión posterior.
En términos de espacio está en un buen nivel intermedio entre los rivales más directos como los Peugeot 308, Renault Mégane o SEAT León.
En las plazas delanteras las cotas son generosas, con un puesto de conducción bien resuelto y en el que conseguir una postura adecuada no requiere demasiado tiempo gracias a la doble regulación del volante.
En las plazas posteriores la altura es correcta pero se echan de menos unos centímetros extra para las piernas
. Las personas altas rozarán con las rodillas con el respaldo del asiento delantero, limitando el confort. Lo que no admite crítica es el maletero
, con 408 litros mínimos que lo colocan en la zona alta del segmento.
El lavado de cara vino acompañado de mejoras mecánicas importantes. En gasolina los bloques
con tecnología Pure Tech aseguran unas prestaciones más que correctas con consumos contenidos. En España se ofrecen los
1.2 e-THP con 110 y 130 CV, ambos muy interesantes. En cuanto a la gama diésel, Citroën ha sustituido los anteriores e-HDI por los nuevos con
tecnología BlueHDI que presumen de unas emisiones más bajas.
El motor más pequeño es el 1.6 BlueHDI con 100 CV que ya tiene un andar holgado, si bien el más equilibrado es un derivado del anterior
con 120 CV.
La opción más prestacional recurre a un interesante
2.0 BlueHDI con 150 CV que sólo se asocia a una transmisión manual de seis velocidades. Tiene un nivel de prestaciones muy bueno y no gasta mucho combustible,
aunque es 1.500 € más caro que el diésel con 120 CV. Para los amantes de las cajas automática les gustará saber qué Citroën
ofrece el C4 con una con convertidor de par y seis velocidades en los motores e-THP de 130 CV y BlueHDI 120 CV, dejando atrás las lentas robotizadas que venían empleando.