El
DS3 es un polivalente que puede solicitarse con carrocería de tres puertas únicamente. Se ofrece con techo metálico convencional o bien con uno de lona retráctil de grandes dimensiones que esconde incluso la luneta posterior aunque mantiene fijos los arcos laterales. Esta última variante toma el apellido Cabrio.
Desde febrero del 2016 los DS3 se comercializan con cambios estéticos más o menos importantes. Entre otras cosas pierden el logotipo de Citroën y adoptan la nueva imagen de marca con el sello DS bien visible y
una parrilla cromada de generosas dimensiones que sigue las pautas de diseño ya vistas en los DS4 y DS5.
En el interior el salpicadero es casi idéntico al del Citroën C3 tanto por diseño como por calidad de terminación. En ambos es destacable el empleo de plásticos acolchados para las zonas superiores y los buenos ajustes entre piezas. En el DS3 además pueden tener un tapizado en piel “Bracelet” muy llamativo y de calidad soberbia. Las posibilidades de equipamiento son correctas para su segmento.
Pueden tener climatizador automático, faros con tecnología LED y xenón, sensores de aparcamiento, control de crucero, sensor de lluvia, espejo interior fotosensible, sistema de frenada de emergencia automática y cámara posterior
. Se echan de menos ciertos elementos como la alerta de objetos en ángulo muerto o el asistente al aparcamiento automático, sí disponible en modelos rivales.
La conectividad está garantizada con los últimos equipos multimedia con pantalla táctil de siete pulgadas compatibles con
Apple Car Play y Android Auto, además de incluir Mirror Link, bluetooth y puerto USB. El sistema de sonido puede ser de alta calidad si el cliente así lo desea.
El espacio disponible en el interior es bastante bueno para ser un tres puertas, y muy bueno en el caso del cabrio al ser el único con cinco plazas del mercado. El maletero oscila entre los
245 litros del descapotable y los 285 litros del convencional, siendo ambas cifras correctas para su segmento.
La oferta de motores arranca con
el 1.2 Pure Tech de 82 CV que puede ser suficiente para aquellos usuarios que sólo pretendan usar el coche en ciudad y alrededores. Se puede pedir con cambio manual de cinco velocidades o
bien con el robotizado ETG con idéntico número de relaciones. En un escalón intermedio están los
bloques 1.2 e-THP con 110 y 130 CV, este último toda una novedad en la oferta DS. Destacan por sus buenas prestaciones y unos consumos contenidos. Además la variante menos potente puede pedirse en combinación con
una transmisión automática con seis velocidades. Para los que busquen mayor deportividad están
disponibles los 1.6 THP con 165 y 208 CV, este último exclusivo de
la versión Performance que incluye una decoración exterior específica y un bastidor con bastantes mejoras. Ambos se ofrecen con una transmisión manual con seis relaciones.
En diésel desaparece la versión de 75 CV y por tanto el más pequeño es el estupendo 1.6 BlueHDI con 100 CV. Gasta muy poco y mueve con soltura al pequeño francés, si bien el
1.6 BlueHDI de 120 CV puede ser más interesante al no haber una diferencia grande en precio y sí en prestaciones, con una respuesta más inmediata al acelerador.
Común en todos los DS3 es el buen comportamiento dinámico, combinando de manera equilibrada una alta estabilidad con un elevado confort de marcha. El tacto de la dirección y el de la palanca de cambios son más precisos que en el Citroën C3.