El Renault Captur es la apuesta de la firma francesa para el competido segmento de los crossover pequeños. Además de una estética muy atractiva y personalizable, cuenta con ciertos guiños al mundo monovolumen para situarlo como una de las alternativas más interesantes del momento. Desde que fuera lanzado allá en 2013
el Captur se ha convertido en uno de los modelos más demandados de su segmento, liderando en países como Francia y España, y obteniendo resultados formidables en otros muchos lugares. Esta noticia, además de buena para la firma, también lo es para nuestro país al estar
fabricado en exclusiva en la planta que Renault tiene en Valladolid.
Para evitar que el precio se dispare en exceso,
el Captur sólo puede adquirirse con un sistema de tracción sencillo al eje delantero, no dando ni en opción la posibilidad de añadir la tracción total que por ejemplo sí disponen los Fiat 500X, Opel Mokka y Suzuki Vitara entre otros. Por aquello de no dejar colgados a este tipo de clientes que busca una mayor motricidad,
algunas versiones pueden tener el sistema Grip Control con varios modos de funcionamiento que mejora la adherencia de las ruedas delanteras con nieve, barro y arena.
Lo que no admite críticas son las muchas posibilidades de personalización para su carrocería e incluso el habitáculo. Para el exterior es posible elegir una gran variedad de adhesivos, pinturas bitono y diversos elementos a contraste mientras que algunos elementos del salpicadero pueden recibir apliques en llamativos colores. Los usuarios que tengan niños valorarán algunos detalles que facilitan el día a día.
Por ejemplo los asientos son desenfundables y en el caso de que haya algunas manchas, bastaría tirar de la cremallera y meterlos en la lavadora. Otro ejemplo de versatilidad es
la banqueta posterior deslizante, algo que deja al usuario elegir entre espacio para las piernas o mayor capacidad de maletero según las necesidades del momento.
Con una presentación vistosa y buenos ajustes pero unos plásticos de dudosa calidad, el Captur tiene un habitáculo luminoso, cómodo y ergonómicamente bien pensado. La instrumentación combina la información analógica con la digital mientras que en la consola central pueden incluir un
sistema de info-entretenimiento con pantalla táctil, navegador, acceso a aplicaciones y bluetooth. En España los niveles de acabado disponibles son
Life, Intens, Zen y XMod al que habría que sumar la edición limitada SL Premium que se sitúa como la opción más equipada, completa y lujosa de la familia, incluyendo tapizado en piel bitono, navegador R-Link y alfombrillas específicas. Todos los Captur independientemente de la terminación elegida incluyen los controles de tracción y estabilidad,
ABS, EBD, airbags frontales, laterales y de cortina, control y limitador de velocidad, ordenador de viaje,
elevalunas eléctricos delanteros y traseros, cierre con mando, espejos eléctricos, luces diurnas por LEDS y arranque por botón.
La oferta mecánica actual de gasolina está formada por
el 0.9 TCe de 90 CV con caja de cambio manual de cinco velocidades y por un más interesante
1.2 TCe con 120 CV que se combina con una
transmisión secuencial de doble embrague EDC con seis velocidades. En diésel los usuarios pueden elegir un
1.5 dCi con 90 CV tanto con cambio manual de seis velocidades como con la de doble embrague EDC con idéntico número de relaciones, y desde mediados del 2015 también con un
1.5 dCi con 110 CV sólo manual con el que logra unas prestaciones notables sin que los consumos se eleven. Todos los Captur comercializados en España incluyen
de serie el sistema Stop&Start desconectable desde un botón en el salpicadero, y el indicador de cambio de marcha óptimo. La versión más eficiente de la gama es la que equipada con el dCi 90 y
declara un gasto medio de 3,7 L/100.