MÁS ECOLÓGICOS
Es probable que estos vehículos a gas natural comprimido (GNC) no sean tan comunes como los diésel o los gasolina, pero su uso es otra alternativa ecológica que no es diferente en prestaciones, ni reduce su seguridad. Puede que su funcionamiento sea una incógnita para muchos, por ello aquí te explicamos las características más importantes de su interior.
Los mecanismos y elementos de un automóvil no son ningún secreto, pero no siempre conocemos a fondo sus posibilidades. Esto ocurre también en el caso de los coches a gas, sumando además su poca extensión y popularidad en el mercado, por lo que las explicaciones de Andrew Shepherd y Antonio Calvo, expertos de SEAT en gas natural comprimido (GNC), no vienen nada mal. Estos son sus principales componentes y funciones.
-Doble boca de carga bajo la misma tapa: Al levantar la trampilla, el conductor visualiza fácilmente las dos boquillas de carga para ambos combustibles. “El repostaje es parecido al de un coche de gasolina o diésel. La posición de la boquilla no cambia y se tarda prácticamente lo mismo. Además, al efectuarse con gas, ni huele ni gotea”, comenta Calvo.
-Depósitos herméticos: Se sitúan debajo del piso del maletero, donde habitualmente se ubica la rueda de recambio, y están fabricados en acero de alta resistencia con un tratamiento anticorrosión. Unas electroválvulas de seguridad mantienen el gas en su interior de forma totalmente estanca, y solo se abren al poner el contacto. El estado de conservación de los depósitos se certifica cada 4 años. Los componentes han sido testados para soportar condiciones extremas: “Los depósitos de este coche resisten una presión de 200 bares, pero están fabricados para soportar más del doble, Por lo que la seguridad está garantizada”, precisa Antonio Calvo, Director de movilidad sostenible de SEAT.
-Un solo motor, dos combustibles: Los coches de GNC cuentan con un motor de combustión interna de última generación que funciona indistintamente con gas natural comprimido o gasolina. Por defecto, el coche circula con gas hasta que éste se agota. El cambio a gasolina se efectúa automáticamente y es imperceptible para el conductor porque las prestaciones del motor son idénticas con ambos combustibles. “El motor incorpora muchos componentes reforzados específicamente para la combustión de gas natural. Cumple con las normativas de emisiones más exigentes, y prueba de ello es el distintivo ECO concedido a los coches de GNC por la DGT”, explica Andrew Shepherd, responsable de producto GNC de SEAT.
-Control electrónico y presión adaptable: el gas natural está alojado en los tanques a aproximadamente 200 bares, pero se inyecta en el motor a una presión que no supera los 10 bares. Un regulador de presión de dos etapas ubicado en el compartimento del motor reduce la presión y garantiza un suministro de gas óptimo, y el módulo de control del motor controla este regulador electrónico en todo momento.
-A prueba de choque: Los vehículos de GNC cumplen con los estándares más estrictos de la industria. Durante toda la fase de desarrollo, se someten a una serie de pruebas, como los crash-test, para garantizar que son totalmente seguros. “En el caso más extremo de altas temperaturas provocado por fuego, se liberaría el gas de forma constante y controlada gracias a los termofusibles ubicados en cada depósito, evitando así una acumulación excesiva de presión”, explica Shepherd.
Fuente: Seat