UN TRUCO DE LOS AÑOS 80 Y 90
Todavía quedan en España (y en otros países) troncos de árboles pintados de color blanco, y el motivo es un 'truco' de seguridad vial que se popularizó en los años 80 y 90 del siglo pasado.
¿Alguna vez te has encontrado con troncos de árboles pintados de blanco a los pies de una carretera? Si circulas mucho por vías secundarias o travesías, haz memoria, porque seguramente que te haya parecido curioso. Y hay varias explicaciones lógicas detrás.
Si no tienes ni idea de qué estamos hablando, pregúntale a tus padres o abuelos, porque esta 'decoración' del paisaje era muy típica en los años 80 y 90 del siglo pasado. Hoy se ve mucho menos que antaño, pero sigue presente en algunos tramos de carretera y en caminos rurales. No es una capa de pintura, sino de cal, e hizo más por la seguridad vial (y por los propios árboles) que la mayoría de guardarraíles que tenemos hoy en las autovías españolas.
Para entender la costumbre tenemos que remontarnos a los años 80 y 90, cuando en España la mayoría de carreteras eran de doble sentido, tenían un arcén estrecho, no había medianas y la visibilidad era bastante justa. Por si fuera poco, había árboles enormes pegados al borde de la calzada. A veces, por pura decoración; otras, para delimitar la propia carretera o separarla de una zona reservada para peatones.
El problema era que un mínimo despiste, invadir el carril contrario o perder el control del coche con lluvia implicaba un accidente contra los árboles. Lógicamente, la vegetación permanecía intacta, pero el coche absorbía todo el impacto y los accidentes eran bastante graves, incluso mortales.
Entonces, la ocurrencia en aquel momento fue pintar los troncos de los árboles con cal blanca. Como la corteza es oscura, por la noche se confundía con el entorno y los faros no eran tan potentes como lo son ahora. En cambio, la 'pintura' blanca reflejaba la luz, mejoraba la visibilidad y obligaba al conductor a estar mucho más alerta.
Nunca ha habido ninguna regulación al respecto, pero el 'truco' poco a poco se extendió por muchísimas carreteras del país, y de hecho todavía quedan bastantes restos de aquello en zonas rurales. Ahora bien, la seguridad vial ha evolucionado de una forma más lógica, porque ahora la Ley de carreteras prohíbe plantar árboles a menos de 3 metros de la calzada en carreteras convencionales y a menos de 8 metros en autovías y autopistas.
Con la nueva norma que limita la distancia de la carretera a la que se pueden plantar árboles, ya no hace falta pintarlos con cal, pero sí que es común encontrarlo así todavía en muchas vías españolas. Cualquier medida que mejore la seguridad vial es buena, pero en este caso la cal blanca también tiene beneficios para los propios árboles: